sábado, 27 de febrero de 2010

GUERRA DE LA INDEPENDENCIA ESPAÑOLA (1808 - 1814)

Con el levantamiento en Madrid (2 de mayo de 1808) de la multitud congregada ante el Palacio Real, cuando los franceses pretendían llevarse a la fuerza al infante Francisco de Paula, todavía un niño y hermano menor de Fernando VII, para trasladarlo a Bayona, comenzó la Guerra de Independencia que involucró a la totalidad del territorio español La sublevación en Madrid fue fácilmente dominada por las infinitas superiores fuerzas francesas. Sin embargo, el 2 de mayo se convirtió en un símbolo de la oposición popular a la autoridad oficial, sometida a los designios de Napoleón
El ejemplo madrileño cundió en el resto de España. Cuando se hicieron públicas las abdicaciones de Bayona, el resentimiento popular contra los franceses se tradujo en la defensa de los derechos de Fernando VII El vacío de poder, motivado por la desconfianza en las autoridades locales que se suponían leales a los franceses, provocó el recurso a las instituciones del Antiguo Régimen: - La Junta General del Principado de Asturias - La Diputación del Reino de Galicia - Las Cortes de Aragón - Y donde no existían se crearon Juntas Provinciales, que más tarde delegarían en una Junta Central, establecida primero en Aranjuez, después en Sevilla y finalmente en Cádiz La consigna era expulsar a los franceses del territorio nacional. Las Juntas se pusieron en contacto con los ingleses, que enviaron armas y dinero. Más tarde, desembarcarían un ejército en Portugal, abriendo un nuevo frente de ataque contra Napoleón La lucha contra Napoleón pasaría por tres etapas o fases:
1ª FASE (junio 1808-noviembre 1808): Tras los alzamientos de mayo, fueron los franceses quienes, amparándose en su mejor organización y superioridad numérica, iniciaron una ofensiva en gran escala para apoderarse rápidamente del país Sin embargo, los planes fracasaron, gracias al heroísmo de algunos contingentes españoles, pero sobre todo a la concepción estratégica utilizada por Napoleón, que dejó en poder de los sublevados el control de las comunicaciones, al tiempo que obligó a sus propias fuerzas a diluirse en varios frentes de ataque Los españoles consiguieron rechazar a sus enemigos en Zaragoza, Valencia y Girona En la Batalla de Bailen (julio-1808): con un improvisado ejército regular dirigido por el general Castaños, frenaron al ejército francés que marchaba hacia el sur de España Ello provocó la salida precipitada de Madrid de José I, retirándose a Vitoria, y las tropas francesas tuvieron que replegarse hacia el norte (a comienzos de agosto de 1808, los franceses únicamente controlaban el territorio entre el Ebro y los Pirineos) Desde el punto de vista político, se constató la necesidad de organizar un poder centralizado que gobernara en nombre de Fernando VII y dirigiera la guerra En septiembre de 1808 se crea en Aranjuez la Junta Central Suprema Gubernativa del Reino, compuesta por 34 miembros representantes de las Juntas Provinciales Un mes antes (agosto-1808), en Portugal, los ingleses hacían capitular al ejército francés en Cintra 2ª FASE (noviembre 1808-enero 1810): La segunda fase comienza en noviembre de 1808 con la llegada de Napoleón a España al frente de su gran ejército (250.000 hombres), avanzando directamente hacia Madrid, donde repuso a su hermano en el trono Desde allí dirigió la gran ofensiva: obligó a la Junta Central a trasladarse a Sevilla y forzó a los ingleses (que habían desembarcado en Portugal y penetrado en Galicia en persecución de los franceses) a reembarcar en La Coruña En 1809, casi todas las ciudades y grandes rutas españolas habían pasado a ser dominadas por los franceses. Las fuerzas españolas se encontraban bajo mínimos y hasta bien entrado 1811, no se obtendrían resultados positivos. Pero en este punto suceden dos hechos de gran importancia: - La definitiva entrada de Inglaterra en la guerra - La aparición de la guerrilla: tropas de paisanos armados, perfectos conocedores del terreno, que dificultaban los movimientos del ejército francés, asaltaban sus convoyes e impedían el avituallamiento La guerrilla: si bien nunca constituyó un elemento decisivo, sí creó un ambiente tremendamente hostil hacia el ejército invasor. Algunos agrupamientos, como los mandados por Espoz y Mina, Longa o El Empecinado, llegaron a poseer la eficacia de las fuerzas regulares. Fueron a la vez el máximo exponente del carácter popular de la guerra, y del fracaso militar. Comenzaba una concepción de lucha muy distinta de la clásica y con gran futuro En enero de 1810, los franceses continuaban siendo dueños de la mayor parte de España, inclusive Andalucía (en febrero caía Sevilla, pero Cádiz se mantenía inexpugnable), coincidiendo con el cese de la Junta Central Se constituyó entonces una Regencia como gobierno de la España independiente, que organizó la convocatoria de Cortes, reuniéndose el 24 de septiembre de 1810 en Cádiz 3ª FASE (1810-1814): La acción combinada de las guerrillas y los ataques de los ejércitos regulares de España e Inglaterra (a cuya cabeza el futuro Lord Wellington) obligaron a iniciar la retirada a los franceses, sobre todo después de que Napoleón llamara de España a unos cuantos miles de hombres para enviarlos al frente de Rusia Victoria tras victoria (Arapiles, 1812; Vitoria y San Marcial, 1813), España pudo considerarse victoriosa a comienzos de 1814 frente a las fuerzas de Napoleón Quedaba todavía en manos francesas todo el este español. Hasta el 18 de abril de 1814 hubo fuerzas francesas en España, ocupando Cataluña, donde aún se encontraban cuando regresó Fernando VII en marzo de aquel año (Libre en realidad desde la firma del Tratado de Valençay) El Tratado de Valençay (diciembre de 1813): es un acuerdo firmado en la localidad francesa del mismo nombre, por el que el emperador Napoleón I ofrecía la paz y reconocía a Fernando VII como rey de España, como consecuencia de las derrotas sufridas en la Guerra de la Independencia y, especialmente, del deterioro progresivo del ejército francés y de la moral de los soldados por el continuo acoso de la guerrilla En junio de 1814, los franceses habían evacuado ya las últimas plazas españolas

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