sábado, 27 de febrero de 2010

EL FIN DEL SISTEMA CONTINENTAL DE BONAPARTE

El sistema continental, era la forma política que Bonaparte había dado a los distintos territorios controlados por Francia en Europa continental
Una pieza clave en este sistema, era Rusia, por su potencial militar; pero ésta no estaba satisfecha con la alianza francesa, por distintos motivos:
  • Porque no le había proporcionado ayuda en su propia guerra con el Imperio otomano
  • Porque no convenía a Rusia la protección francesa de Polonia (a través del Gran Ducado de Varsovia, parte del sistema continental), ni la alianza matrimonial de Bonaparte con la familia imperial austríaca
  • Y sobre todo porque el sistema continental implicaba la desaparición del comercio con Gran Bretaña (aunque ésta nunca fue completa), lo que perjudica a la economía rusa

Así pues, en 1810 Rusia abandonó el sistema continental y restauró el comercio con Gran Bretaña; lo que motivó la invasión francesa de Rusia, que Bonaparte ejecutó con un ejército plurinacional. Fue a partir de esto cuando se constituyó la Gran Coalición (1813-1814).

Pero hubo diferencias entre los aliados en cuanto a como reorganizar Europa tras la derrota Francesa:
  • Rusia y Austria pretendían, cada una por un lado, que en el futuro Francia dependiese de ellas, independientemente de que mantuviese o no los territorios anexionados y de la continuidad en el poder de Bonaparte
  • Gran Bretaña, en cambio, exigía la liberación de Bélgica, y la expulsión de Bonaparte, prefiriendo además la restauración de los Borbón

No obstante, entre los aliados permanecía el temor ante la potencia demostrada por Francia en los años precedentes, por lo que Metternich, en nombre de Austria, presentó, las Propuestas de Francfort (1813):

  • Bonaparte continuaría como emperador y Francia conservaría la orilla izquierda del Rin y Bélgica
  • Pero Gran Bretaña aún sostenía entonces la guerra, y además era el soporte financiero de la coalición; y por tanto, pudo imponer a los aliados sus propios objetivos de guerra
  • Como resultado de ello se firmó la Cuádruple Alianza
La Cuádruple Alianza (1814): Gran Bretaña, Rusia, Prusia y Austria
  • Estas naciones firmaron el Tratado de Chaumont, por el que se constituía la cuádruple Alianza
  • Todas ellas se comprometían durante 20 años a cooperar contra Francia e intervenir militarmente para asegurar las condiciones de paz que se acordasen tras la guerra presente
  • Los resultados inmediatos fueron la derrota de Francia y la abdicación de Bonaparte

En Francia hubo un debate sobre el nuevo régimen político, después de 25 años de experimentar distintos:

  • Las tendencias principales eran la república y la restauración borbónica
  • La Cuádruple Alianza proponía la restauración borbónica, y en Francia lo defendía Talleyrand
  • Se personificaría en Luis XVIII, quien, como sucesor natural de la antigua dinastía, provocaría menos enfrentamientos que las otras alternativas, y ofrecía a los aliados la garantía de no pretender recuperar las conquistas de la República o el Imperio
  • Su proyecto de gobierno, esta vez, ya no fue como en tiempos de la revolución la restauración del absolutismo, sino el otorgamiento de una carta constitucional que garantizaba los derechos personales y la participación en las instituciones del Estado de la elite social

En 1814, por el primer Tratado de París, Francia volvía a las fronteras anteriores a las guerras revolucionarias e imperiales, salvo algunas excepciones puntuales; pero sin estar obligada al pago de indemnizaciones ni deudas de guerra.

Con ello los aliados pretendían evitar la inestabilidad de la monarquía restaurada. Quedaban numerosas cuestiones pendientes, para las que los aliados decidieron convocar lo que se denominaría el Congreso de Viena.
Rusia y Gran Bretaña excluyeron de los asuntos a tratar en él sus respectivos intereses territoriales:
  • Los de Rusia eran fundamentalmente las recientes conquistas en el Cáucaso y Finlandia
  • Los de Gran Bretaña eran antiguos territorios coloniales de otras potencias (Holanda y Francia) y los nuevos adquiridos (India); sobre estas colonias decidirían exclusivamente los británicos, así como sobre sus derechos de expansión hacia el O. en Norteamérica, donde entraría en concurrencia con USA
  • Además, para fomentar el comercio marítimo entre todos sus territorios (y con las colonias españolas en proceso de independencia), Gran Bretaña reivindicaba la liberación jurídica de la navegación, y procuraba mantener una amplia superioridad naval que duraría un siglo (1814-1914) y fue la base de su imperio colonial

LA REVOLUCIÓN LIBERAL DE LAS CORTES DE CADIZ - CONSTITUCIÓN DE 1812

Antes de que terminara la guerra de independencia , tuvo lugar en Cádiz la revolución liberal española El momento inicial de ésta debe situarse en septiembre de 1810, cuando la Regencia que sustituye a la Junta Central mandó reunir Cortes en Cádiz, no por estamentos sino al estilo de la revolucionaria Asamblea francesa de 1789, es decir, en Cámara única y voto por cabeza Las Cortes de Cádiz, como aquella Asamblea, trabajaron por desarticular el Antiguo Régimen y crear las bases del sistema liberal español; ello mediante cuatro grupos de reformas:
Reforma política: llevada a cabo entre 1810 y 1811, tuvo como puntos básicos: - La proclamación de la soberanía nacional - La promulgación de la separación de poderes (legislativo, ejecutivo y judicial) - La concesión de algunas libertades, como la de imprenta - La aprobación de la Constitución de 1812, conocida como LA PEPA, y donde quedaron reflejados los anteriores principios Reforma administrativa: - Se buscó centralizar y racionalizar los organismos e instituciones del país - Se sustituyo la división de España en reinos por una nueva división en provincias - Ahora con su jefe político o gobernador civil y una Diputación provincial en cada una Reforma social: - Ejecutada entre 1811 y 1813, pretendió conseguir la liquidación del orden estamental - Se declaró la igualdad absoluta de todos los hombres ante la ley - Se abolieron las instituciones del Antiguo Régimen, suprimiéndose las pruebas de nobleza y todos los privilegios señoriales - La supresión de la Inquisición y del diezmo, provocó la ruptura diplomática con la Santa Sede y les atrajo la enemistad de una gran parte del clero Reforma económica: - Se logró regularizar y centralizar la Hacienda y liberalizar la economía, suprimiendo los antiguos privilegios corporativos - Se abolieron la Mesta, las aduanas y los gremios - Se liberalizaron el comercio y los precios, sentando las bases de una economía de libre mercado - La Hacienda Pública se organizó a través de una Caja única que debía recoger todos los ingresos del Tesoro y redistribuirlos de acuerdo con las necesidades del país La obra de las Cortes de Cádiz fue verdaderamente revolucionaria y la Constitución de Cádiz de 1812, fue tomada como modelo por las de Portugal, Grecia, Nápoles, Piamonte, Polonia y varias repúblicas americanas, convirtiéndose en el símbolo de los nuevos tiempos Pero a la hora de llevarla a la práctica se pondrían de manifiesto las distorsiones entre la fórmula legal y la realidad nacional; distorsión que permitió a Fernando VII anularla sin demasiados esfuerzos en cuanto pisó nuevamente territorio español

GUERRA DE LA INDEPENDENCIA ESPAÑOLA (1808 - 1814)

Con el levantamiento en Madrid (2 de mayo de 1808) de la multitud congregada ante el Palacio Real, cuando los franceses pretendían llevarse a la fuerza al infante Francisco de Paula, todavía un niño y hermano menor de Fernando VII, para trasladarlo a Bayona, comenzó la Guerra de Independencia que involucró a la totalidad del territorio español La sublevación en Madrid fue fácilmente dominada por las infinitas superiores fuerzas francesas. Sin embargo, el 2 de mayo se convirtió en un símbolo de la oposición popular a la autoridad oficial, sometida a los designios de Napoleón
El ejemplo madrileño cundió en el resto de España. Cuando se hicieron públicas las abdicaciones de Bayona, el resentimiento popular contra los franceses se tradujo en la defensa de los derechos de Fernando VII El vacío de poder, motivado por la desconfianza en las autoridades locales que se suponían leales a los franceses, provocó el recurso a las instituciones del Antiguo Régimen: - La Junta General del Principado de Asturias - La Diputación del Reino de Galicia - Las Cortes de Aragón - Y donde no existían se crearon Juntas Provinciales, que más tarde delegarían en una Junta Central, establecida primero en Aranjuez, después en Sevilla y finalmente en Cádiz La consigna era expulsar a los franceses del territorio nacional. Las Juntas se pusieron en contacto con los ingleses, que enviaron armas y dinero. Más tarde, desembarcarían un ejército en Portugal, abriendo un nuevo frente de ataque contra Napoleón La lucha contra Napoleón pasaría por tres etapas o fases:
1ª FASE (junio 1808-noviembre 1808): Tras los alzamientos de mayo, fueron los franceses quienes, amparándose en su mejor organización y superioridad numérica, iniciaron una ofensiva en gran escala para apoderarse rápidamente del país Sin embargo, los planes fracasaron, gracias al heroísmo de algunos contingentes españoles, pero sobre todo a la concepción estratégica utilizada por Napoleón, que dejó en poder de los sublevados el control de las comunicaciones, al tiempo que obligó a sus propias fuerzas a diluirse en varios frentes de ataque Los españoles consiguieron rechazar a sus enemigos en Zaragoza, Valencia y Girona En la Batalla de Bailen (julio-1808): con un improvisado ejército regular dirigido por el general Castaños, frenaron al ejército francés que marchaba hacia el sur de España Ello provocó la salida precipitada de Madrid de José I, retirándose a Vitoria, y las tropas francesas tuvieron que replegarse hacia el norte (a comienzos de agosto de 1808, los franceses únicamente controlaban el territorio entre el Ebro y los Pirineos) Desde el punto de vista político, se constató la necesidad de organizar un poder centralizado que gobernara en nombre de Fernando VII y dirigiera la guerra En septiembre de 1808 se crea en Aranjuez la Junta Central Suprema Gubernativa del Reino, compuesta por 34 miembros representantes de las Juntas Provinciales Un mes antes (agosto-1808), en Portugal, los ingleses hacían capitular al ejército francés en Cintra 2ª FASE (noviembre 1808-enero 1810): La segunda fase comienza en noviembre de 1808 con la llegada de Napoleón a España al frente de su gran ejército (250.000 hombres), avanzando directamente hacia Madrid, donde repuso a su hermano en el trono Desde allí dirigió la gran ofensiva: obligó a la Junta Central a trasladarse a Sevilla y forzó a los ingleses (que habían desembarcado en Portugal y penetrado en Galicia en persecución de los franceses) a reembarcar en La Coruña En 1809, casi todas las ciudades y grandes rutas españolas habían pasado a ser dominadas por los franceses. Las fuerzas españolas se encontraban bajo mínimos y hasta bien entrado 1811, no se obtendrían resultados positivos. Pero en este punto suceden dos hechos de gran importancia: - La definitiva entrada de Inglaterra en la guerra - La aparición de la guerrilla: tropas de paisanos armados, perfectos conocedores del terreno, que dificultaban los movimientos del ejército francés, asaltaban sus convoyes e impedían el avituallamiento La guerrilla: si bien nunca constituyó un elemento decisivo, sí creó un ambiente tremendamente hostil hacia el ejército invasor. Algunos agrupamientos, como los mandados por Espoz y Mina, Longa o El Empecinado, llegaron a poseer la eficacia de las fuerzas regulares. Fueron a la vez el máximo exponente del carácter popular de la guerra, y del fracaso militar. Comenzaba una concepción de lucha muy distinta de la clásica y con gran futuro En enero de 1810, los franceses continuaban siendo dueños de la mayor parte de España, inclusive Andalucía (en febrero caía Sevilla, pero Cádiz se mantenía inexpugnable), coincidiendo con el cese de la Junta Central Se constituyó entonces una Regencia como gobierno de la España independiente, que organizó la convocatoria de Cortes, reuniéndose el 24 de septiembre de 1810 en Cádiz 3ª FASE (1810-1814): La acción combinada de las guerrillas y los ataques de los ejércitos regulares de España e Inglaterra (a cuya cabeza el futuro Lord Wellington) obligaron a iniciar la retirada a los franceses, sobre todo después de que Napoleón llamara de España a unos cuantos miles de hombres para enviarlos al frente de Rusia Victoria tras victoria (Arapiles, 1812; Vitoria y San Marcial, 1813), España pudo considerarse victoriosa a comienzos de 1814 frente a las fuerzas de Napoleón Quedaba todavía en manos francesas todo el este español. Hasta el 18 de abril de 1814 hubo fuerzas francesas en España, ocupando Cataluña, donde aún se encontraban cuando regresó Fernando VII en marzo de aquel año (Libre en realidad desde la firma del Tratado de Valençay) El Tratado de Valençay (diciembre de 1813): es un acuerdo firmado en la localidad francesa del mismo nombre, por el que el emperador Napoleón I ofrecía la paz y reconocía a Fernando VII como rey de España, como consecuencia de las derrotas sufridas en la Guerra de la Independencia y, especialmente, del deterioro progresivo del ejército francés y de la moral de los soldados por el continuo acoso de la guerrilla En junio de 1814, los franceses habían evacuado ya las últimas plazas españolas

viernes, 26 de febrero de 2010

ESPAÑA: GUERRA Y REVOLUCION

LA PRIMERA REVOLUCIÓN LIBERAL EN ESPAÑA: El periodo 1.808 – 1.814, primero del reinado de Fernando VII, fue trascendental para la historia de España por tres razones: - La crisis institucional - La Guerra de la Independencia contra los franceses - La Revolución Liberal operada en Las Cortes de Cádiz La crisis institucional: Napoleón, una vez proclamado emperador en 1.804, trato de imponer un dominio hegemónico, político y familiar sobre Europa. Aliado con Carlos IV, suscribieron ambos el Tratado de Fontainebleau (1.807), cuyo cumplimiento en versión del emperador no debía tener más objeto que el de autorizar la entrada de las tropas francesas en la península, para en unión de las españolas, llevar a cabo una acción conjunta contra Portugal, aliada secular de Inglaterra y opuesta a colaborar en el bloqueo continental decretado por Bonaparte contra Gran Bretaña. Sin embargo, las tropas francesas que penetraron en España no se limitaron a encaminarse hacia Portugal, sino que fueron ocupando las plazas fuertes españolas. Ante ello, el Primer Ministro Godoy intenta huir con la familia real y los órganos de gobierno a América. Pero un golpe palaciego: Motín de Aranjuez (17 – 19 de marzo de 1.808) dirigido por nobles y militares, provocó su caída y obligó a Carlos IV a abdicar en su hijo Frenando. Era la primera vez en que el derecho hereditario se veía forzado por una imposición exógena. El cambio de monarca no evitó la invasión francesa como los rebeldes esperaban, por tres motivos: 1. Carlos IV no aceptó la pérdida de la Corona realmente. 2. A consecuencia de aquello, Fernando VII, que hubo de trasladarse a Bayona con el fin de impedir que con ayuda de los franceses, su padre fuera repuesto en el trono, fue arrestado por el Emperador. 3. Sobre todo porque Bonaparte había decidido ya convertir la invasión de Portugal en ocupación de toda la península Así se llegó a la crisis institucional en las abdicaciones de Bayona, es decir, a la sustitución de los Borbones por un miembro de la familia napoleónica: José I Bonaparte El levantamiento nacional y la Guerra de la Independencia: pero Napoleón, que supuso que el pueblo español se avendría con suma facilidad tanto al cambio dinástico efectuado en Bayona como a otras reformas políticas, no estuvo acertado en aquella ocasión. Resultó que a la hora de la verdad, sólo una minoría de españoles (los afrancesados: hombres formados en la ilustración y en su mayoría intelectuales) aceptó la sustitución de Fernando VII por José I, jurando la llamada Constitución de Bayona, que había sido aprobada por una Asamblea de Notables reunida en Junio por Napoleón en aquella ciudad. La Guerra de la Independencia: comenzó con el levantamiento en Madrid, el 2 de Mayo de 1.808, de la multitud congregada ante el Palacio Real, cuando los franceses pretendían llevarse a la fuerza al infante Francisco de Paula (hermano menor de Fernando VII) para trasladarlo a Bayona. En adelante la lucha así iniciada pasaría por tres etapas diferentes: 1. La primera etapa se extiende desde mayo hasta julio del año 1.808, en el que la iniciativa correspondió casi siempre a los ejércitos franceses, pero el éxito sonrió a los españoles. Tras los alzamientos de mayo (acompañados por la deposición de las autoridades afectadas a los planes napoleónicos y por la creación espontánea en las provincias de Juntas para defender los derechos soberanos de Fernando VII), fueron los franceses quienes amparándose en su mejor organización y superioridad numérica, iniciaron la ofensiva en gran escala para apoderarse rápidamente del país. Sin embargo, los planes fracasaron gracias en parte al heroísmo de algunos contingentes españoles, pero sobre todo a la concepción estratégica utilizada por Napoleón, dejó en poder de los sublevados el control de las comunicaciones, al tiempo que tuvo que obligar a sus propias fuerzas a diluirse en los diversos frentes de ataque. Así los españoles consiguieron rechazar a sus enemigos en Zaragoza, Valencia y Gerona, y con un improvisado ejército regular dirigido por el General Castaños, derrotarlos incluso en Despeñaperros, en la ruta de la Meseta de Andalucía (Batalla de Bailén, el 19 de Julio de 1.808) 2. La segunda etapa se extiende hasta finales de 1.810, dando comienzo con la llegada a España en el otoño de 1.8087 de propio Napoleón y de 250.000 hombres. Durante esta fase se pasó por dos situaciones totalmente distintas. En la primera el éxito acompañó a los franceses gracias sobre todo a la presencia del propio Napoleón, que en una fulgurante campaña aniquiladora se apoderó de Burgos y Madrid (04.02.08), obligó a la Junta Central (que se había constituido como Gobierno único con representantes de las Juntas Provinciales) a trasladarse a Sevilla y forzó a los ingleses (que habían desembarcado en Portugal y penetrado en Galicia, en persecución de los franceses) a reembarcar en La Coruña. En 1.809, casi todas las ciudades y grandes rutas españolas habían pasado a ser dominadas por los franceses. No así en el campo, en el que proliferaron Las Guerrillas: grupos de paisanos armados, en número variable de una docena a quinientos, que han sido caracterizados por su perfecto conocimiento del terreno (de allí sería precisamente de donde surgiría la reacción que dio la tonalidad a la segunda situación a que nos referíamos). Durante ella, los franceses continuaron siendo los dueños de la mayor parte de España (incluso de Anadalucía, de la que se apoderaron en Enero de 1.810, coincidiendo con el cese de la Junta Central y la creación de una Regencia como Gobierno de la España Independiente); pero correspondió a la Guerra de Guerrillas el protagonismo del conflicto. 3. En la tercera etapa (1.810 – 1.814), la acción combinada de las guerrillas (con caudillos geniales como Merino, Espoz y Mina, El Empecinado) y los ataques de los ejércitos regulares de España e Inglaterra (a cuya cabeza se hallaba Sir Arthur Wellesley) obligaron a iniciar la retirada a los franceses, sobre todo después de haber tenido Napoleón que llamar de España a unos cuantos miles de hombres para enviarlos al frente de Rusia. Victoria tras victoria (Arapiles, Vitoria y San Marcial), España pudo considerarse victoriosa a comienzos de 1.814 frente a las fuerzas de Napoleón. Fernando VII, libre en realidad desde la firma del Tratado de Valencia (Diciembre de 1.813), regresaría al país en marzo de aquel año. La Revolución Liberal de las Cortés de Cádiz: antes de que sucediera tal hecho, ya había tenido lugar la citada revolución liberal española. El momento inicial de ésta, aparte del precedente del motín de Aranjuez y las abdicaciones de Bayona, debe situarse en Septiembre de 1.810, cuando la Regencia que sustituye a la Junta Central mandó reunir Cortes en Cádiz (no según lo establecido en la Constitución histórica española, por estamentos; sino al estilo de la revolucionaria Asamblea francesa de 1.789, en Cámara Unica y voto por cabeza). Las Cortes Gaditanas, como aquella Asamblea, trabajaron por desarticular el Antiguo Régimen y crear las bases del sistema liberal español, todo ello mediante cuatro grupos de reforma: - Una primera reforma política: llevada a cabo entre 1.810 – 1.811, con la proclamación de la soberanía nacional, la promulgación de la separación de poderes (legislativo, ejecutivo y judicial) de acuerdo con es esquema de Locke y Montesquieu, la concesión de algunas libertades como la de imprenta y por último la aprobación de la Constitución de 1.812 La Constitución de 1.812: que ha sido denominada la pieza base del liberalismo español, y en la que además de afirmar los anteriores principios, se declaró expresamente que “la soberanía reside esencialmente en la Nación, y por lo mismo pertenece a ésta exclusivamente el derecho de establecer sus leyes fundamentales, a través de las Cortes” - Una segunda reforma en el plano administrativo: por la que se buscó centralizar y racionalizar los organismos e instituciones del país, sustituyendo la división de España en reinos por una nueva división en provincias (en realidad ya existentes aunque con distinta organización), con su Jefe Político o Gobernador Civil y una Diputación Provincial en cada una. - Una tercera reforma en el plano social: que fue ejecutada entre 1.811 – 1.813 y que pretendió conseguir la liquidación del orden estamental. Para ello se decretó la abolición de las supervivencias del régimen señorial; una tímida desamortización eclesiástica (enajenación de las comunidades religiosas extinguidas o reformadas por el Gobierno de José I); la igualdad de todos los españoles ante la Ley y la supresión del Tribunal de la Inquisición. - Una cuarta reforma en el plano económico: ejecutada entre 1.813 – 1.814, que estableció como puntos primordiales la libertad de trabajo (con lo cual quedaban suprimidos los gremios), la libertad de producción, de tráfico, de comercio y de precios. PLANTEAMIENTO DE LA EMANCIPACIÓN AMERICANA: Es un largo acontecimiento (1.808 – 1.824) y en el que su realización aparece envuelta en el proceso revolucionario occidental, al menos en el sentido de que la permite. Es la invasión de España por las tropas francesas la que pone en funcionamiento el mecanismo que conduce a la lucha secesionista. Se trata de la imposición de una normativa (orden total: la entronización de José Bonaparte) que provoca la reacción de los afectados en la península (no puede hablarse sólo de subversión de los privilegiados en el caso de España). En la consiguiente remodelación del Estado, se abre camino una postura por entero revisionista, que configura el Estado (Los Estados) de nueva planta. Es por ello que puede incluirse la Emancipación entre las Revoluciones de 1.755 a 1.848, con la particularidad de que sirve de nexo de unión entre las sucesivas fases de la Revolución Europea (Las de 1.789, 1.820 y 1.830) Otra cosa es que la emancipación sólo sea esto. Otros historiadores hablan de que se trata de la expresión americana de la revolución burguesa, aquí encarnada en el elemento criollo; pero siendo cierto ese enfrentamiento de sectores de esa naturaleza al nuevo estado español bonapartista, otra vez se hace aquí preciso advertir que los factores implicados son más numerosos e incluso que la debilidad y a veces la ausencia de burguesía en algunas zonas de América ni siquiera autoriza a dar algún relieve a tal participación en todos los casos. En este sentido puede afirmarse que la Emancipación fue una revolución prematura. Los motivos: se admite y se insiste en la toma de conciencia y en el enfrentamiento de los criollos a la Administración peninsular. Además del desenvolvimiento de su poder económico (que era real aunque se reducía a círculos geográficos muy restringidos), en ese enrarecimiento de la actitud criolla podrían haber influido muchos factores de incidencia social: - La política reformista de los Borbones: que habría aumentado las cargas fiscales y desde luego acentuó la centralización - La política española de protección de los indios frente a las exacciones que imponía a aquéllos Se dice incluso en el terreno cultural, de la posible herencia del talante individualista legado por los españoles. Pero los elementos más importantes señalados en este orden se refieren a dos aspectos: la Ilustración y el pensamiento populista español La Ilustración: su incidencia es lógicamente diversa, según las zonas y los niveles sociales. Se alude a la penetración en las Universidades y Sociedades de Amigos del País, a la difusión de la literatura liberal europea y estadounidense, a la acción de las sociedades secretas (La Masonería). En todo caso, hay que observar que todas estas realidades parecen haber alcanzado importancia muy tardíamente, incluso ya iniciada la lucha, en la segunda década del siglo XIX. La influencia del pensamiento populista español: que habría supuesto la justificación de la independencia no en las doctrinas individualistas dieciochescas, sino en las concepciones iusnaturalistas hispánicas, que habían formulado en el siglo XVI el principio de la recepción de la autoridad, emanada en todo caso de Dios, por el individuo. Se trata de una postura documentada realmente como justificación del proceso emancipador que disminuye, por tanto, la importancia de los planteamientos ilustrados, pero no puede considerarse exclusiva. No hay que olvida por último, que en algunos momentos (al menos en 1.820) y en determinados ámbitos (por ejemplo en Nueva España) la lucha toma cuerpo como movimiento antiliberal contra el constitucionalismo peninsular. Es otra paradoja muy importante en el fenómeno emancipador. En rigor, aquella política reformista borbónica se incluye en el ámbito económico en la medida en que junto a otros fines, buscaba una más sistemática explotación del continente, tanto en lo que concierne a la producción como en lo que atañe al comercio. Por lo mismo, la aspiración de los empresarios criollos a la libertad del comercio internacional ha sido apuntada como elemento importante. Además de los aspectos gubernamentales implicados en todo lo dicho, la investigación va poniendo de manifiesto la importancia de algunos hechos concretos en determinados espacios geográficos: - El tratado de límites de 1.750 entre Portugal y España, que lesiona intereses de las regiones afectadas. - La expulsión de la Compañía de Jesús, que supone la desarticulación progresiva de sus misiones y enrarecimiento de la actitud de los sectores adictos a aquélla. - Las luchas contra Inglaterra, que al forzar a los criollos a organizar la defensa en vista de la impotencia de la metrópoli, pudieron contribuir a la formación de la conciencia nacional (así en Centroamérica). - La Administración mala y lejana, cuando no corrupta, sobre todo en tiempos de Carlos IV. - La expresa ayuda británica a los movimientos emancipados. - Los sucesos de 1.808, que al destruir el estado español y forzar la reconstitución ex novo, permiten asimismo la organización autónoma de las provincias americanas. LAS JUNTAS (1.808 – 1.809): según advertíamos, el punto de partida del desencadenamiento vuelve a ser un problema de Derecho Político. Las dudas sobre la validez de una abdicación sin consulta a Cortes (las abdicaciones de Carlos IV y Fernando VII en Bayona) y la falta de soluciones explícitas para ese problema en el ordenamiento jurídico peninsular imponen la necesidad de acudir a los principios generales del Derecho Hispánico, que serán, sin embargo, interpretados de forma diversa en España y América. Las fuerzas vivas americanas siguen la tradición jurídica de la incorporación libre a Castilla, rechazan la imposición de José Bonaparte, pero cuestionan también la legalidad de las Juntas que se habían formado contra él en España, limitándose a plantear la conveniencia o no de supeditarse a ellas. Y acaban por constituir Juntas propias que cumplen la misma finalidad que las españolas: no rechazar al monarca legítimo (Fernando VII) sino sustituirle en tanto siga cautivo. Existen pues dos fases: - La primera fase a lo largo de 1.808: que mantiene en pleno vigor la autoridad virreinal, aunque con variantes notables. En Nueva España el Virrey Iturrigaray es sustituido por Garibay y luego por Lizarra, por imposición de la Audiencia, al negarse aquél a acatar a la Junta de Sevilla. En Nueva Granada, Perú y Río de la Plata, los virreyes Amar, Abascal y Liniers, reconocen en cambio la soberanía de esa misma Junta. Al mismo tiempo personajes criollos aislados comienzan a buscar una solución propia que sea coherente no obstante con la legalidad española: pretenden resucitar la institución de la Regencia (como en el propio año 1.808 procura inútilmente Jovellanos en la Península) Son las más importantes gestiones que desde el mismo año inician los acercamientos en ese sentido a Carlota Joaquina, hermana de Fernando VII y esposa de Juan de Portugal, que se había refugiado en Brasil ante la amenaza napoleónica contra Portugal. - La segunda fase centrada en 1.809: se caracteriza por el mantenimiento de la fidelidad a los Borbones como actitud predominante en América, pero también por aquella reasunción de la soberanía, bien sea justificada en la mera prisión de Fernando VII o bien por inspiración ilustrada. Los dos criterios (fidelidad y soberanía), que son los mismos que se dan a la vez en la península se plasman allí también a partir de ese año en la formación de Juntas Propias: las primeras en Chuquisaca y La Paz) Se trata de acontecimientos interpretados por la historiografía tradicional como brotes separatistas. Recientes investigaciones lo interpretan, sin embargo, como expresiones de fidelidad al monarca, sin afán de separación, pero sí de reasunción de la soberanía y de desobediencia a las autoridades virreinales, en razón de que éstas sólo obedecen a un centro de poder: La Junta Central Española, cuya legalidad y autoridad se discute en la propia península. Durante el año 1.810 la formación de Juntas prolifera a lo largo de la América Española. Y la represión inmediata por parte de las mismas autoridades virreinales da lugar a la guerra: el llamado Golpe de Estado el 8 de Abril en Caracas; la Revolución de Mayo en Buenos Aires; el caso peculiar de Nueva España y los focos menores, guerra que no es separatista, sino civil. LAS GUERRAS CIVILES (1.810 – 1.816): estas luchas no son guerras de Emancipación como afirmaba la tesis tradicional, sino guerras civiles. Estas guerras enfrentan a los sectores fieles a las autoridades de la península (La Regencia y Las Cortes de Cádiz) contra Juntas y elementos que son también fieles al Rey y a España, pero que se dicen dispuestos a recrear por su cuenta al Estado, con los mismos derechos que han sido esgrimidos por las Juntas de la península para hacerlo, mientras Fernando VII siga en manos de Napoleón. La veracidad de esta tesis no elimina del todo la existencia de separatistas, mezclados con frecuencia con los rebeldes autonomistas, pero parecen haber sido en todos los casos individuos aislados que constituyeron minoría, aunque al socaire de la situación lograron en grado diverso que las nuevas corrientes se abrieran paso (todo ello con la salvedad reiterada de Nueva España). Hay que insistir por otra parte que hablamos de guerras y no de guerra civil; porque se trata de luchas locales o comarcales sin trabazón apenas, fuera de la existencia de aquellos tres focos iniciales (Nueva España, Venezuela y Río de la Plata), que en parte animarán la aparición de focos secundarios (Bogotá en Julio, Quito y Santiago de Chile en Septiembre de 1.840): - Nueva España: desde luego es el levantamiento mejicano el más peculiar. En él sí surge desde el principio un empeño separatista, que de otro modo se justifica en razones inesperadas: la consabida política reformista de los Borbones, pero no sólo porque ha lesionado los intereses de algunos criollos sino porque ha atacado a la religión. Se trata en suma de un separatismo contrarrevolucionario.. Tras la fallida conspiración de Valladolid en 1.809, el levantamiento formal comienza en septiembre de 1.810. Lo acaudilla Miguel Hidalgo, párroco de Dolores, al parecer con la pretensión de separarse de España, pero precisamente para aclamar a Fernando VII en un futuro congreso, en vista del afrancesamiento atribuido al virrey Venegas. Tras un año de lucha Hidalgo es capturado y ejecutado. Las partidas continúan actuando dispersas, no obstante. Y en octubre de 1.811 se incorpora a ellas José María Morelos, cura de Cuarácaro, relacionado con Hidalgo, que además de revitalizarlo da al movimiento la primera Constitución: El Decreto Constitucional para la libertad de la Americana Mejicana, aprobado en 1.814, sobre el modelo de la constitución española de Cádiz, por el Congreso que aquél reúne en Chilpancingo). En 1.815, también Morelos es prendido y ajusticiado. El movimiento languidece. - Venezuela: la lucha en la capitanía General de Venezuela comienza a raíz del golpe de estado de abril de 1.810, cuando los autonomistas caraqueños, en cabildo extraordinario, deciden despojar del mando al brigadier Emparán (enviado por la Junta Central Española) y constituir una Junta Suprema Conservadora de los Derechos de Fernando VII, con este nombre. La acatan todas las provincias de Venezuela, menos las de Coro, Maracaibo y Conayana (el oeste). Y comienza la lucha entre ambos sectores geográficos, que hacen también una guerra civil. Será posteriormente en la propia guerra cuando los secesionistas consigan imponer su criterio en el Congreso General creado en 1.811 para sustituir a la Junta como Gobierno. El 5 de Julio declara la independencia de las que llama Provincias Unidas de Venezuela. La guerra continúa, pero a partir de 1.812 cambia de signo. Los rebeldes capitulan en San Mateo, en julio ante las tropas fieles a Madrid. En 1.813, Simón Bolívar (militar criollo de formación europea ilustrada) promueve un segundo levantamiento que acaba con su propia huida en 1.815, ante los refuerzos venidos de la península al mando del General Morillo, tras la expulsión de los franceses. - Río de la Plata: el levantamiento de Buenos Aires radica en los sucesos de mayo de 1.810. La noticia de la ocupación de Andalucía por las tropas de José Bonaparte anima a los elementos autonomistas criollos a negar la autoridad del Virrey Cisneros. Intenta éste canalizar el movimiento con la reunión del cabildo abierto de la ciudad, que a instancia suya forma una Junta de la que forma parte el propio virrey. Pero la Junta es derrocada por la llamada Revolución de Mayo. La Revolución de Mayo: se trata según la historiografía tradicional de un motín popular independentista o según estudios más recientes, de un mero golpe militar minoritario a favor de un régimen constitucional no separatista, sino autónomo. Los realistas se hacen fuertes en Córdoba, Montevideo y Asunción (cuyos patriotas se adelantan a declarar la Independencia en 1.811). Y contra estos focos y contra el Alto Perú realista se dirige la acción militar de la Junta boanerense de los años siguientes, únicamente con plena fortuna en lo que atañe a Cordoba. Lucha por tanto contra los independentistas y al mismo tiempo contra los realistas, en defensa de su posición intermedia de autonomía dentro del imperio español. Sin embargo, en 1.816, el Congreso reunido en Tucumán por el Director Supremo (Jefe Provincial del Estado) González Balcarce, aprueba la Declaración de Independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata, sobre el texto inspirado en la Declaración de los Estados Unidos. - La contraofensiva realista: las diferencias de comportamiento entre las provincias americanas ante el movimiento emancipador (autonomista en un principio, progresivamente secesionista) responde a motivos muy complejos que no es posible resumir (influencias culturales, formaciones sociales, desarrollo y tipo de actividad económica, previsión del sistema defensivo). Destaca la situación de Perú, donde aunque no faltan las intentonas, esa política previsora del Virrey Abascal y el fidelismo preexistente en las fuerzas vivas limeñas no sólo eliminan el problema, sino que permiten la colaboración de tropas peruanas virreinales en la defensa del Alto Perú frente a la Junta Boanerense, en el restablecimiento del poder de la Audiencia de Quito y en la recuperación de Chile. Finalmente, la expulsión de los franceses de España y la restauración de Fernando VII hacen posible el envío del Ejército de 10.000 hombres que manda el Teniente General Morillo. Las tropas eliminan el foco rebelde venezolano (1.815) y acaban con los levantamientos de Nueva Granada (1.816), al mismo tiempo en que languidece el movimiento mejicano, En 1.815 – 1.816, tan sólo el virreinato del Rió de la Plata puede considerarse independizado y en pleno proceso de institucionalización revolucionaria, que va a culminar con la promulgación de la Constitución de 1.819, inspirada de nuevo en la gaditana. LA EMANCIPACIÓN DE AMÉRICA LATINA: En el medio siglo transcurrido desde la declaración de independencia de Estados Unidos (1.776) hasta el hundimiento del poder español en Perú (1.824), todo un continente se liberó de su tutela colonial. La emancipación latinoamericana en particular, fue precipitada por la intervención francesa en la península Ibérica. En América, como en la propia España, el sometimiento de las instituciones monárquicas a José I les privó de legitimidad y surgieron nuevos poderes locales. Fueron sin embargo necesarios, tres lustros de guerras para que se consolidara la independencia de las nuevas naciones hispanoamericanas. La emancipación: entre 1.804 y 1.828 proclamaron su independencia una docena de estados americanos: - El primero en hacerlo fue Haití, tras una sangrienta insurrección de esclavos, que puso fin al dominio francés. - En la América española, la independencia se consolidó tras prolongadas guerras, en las que resultaron decisivas las campañas del argentino José de San Martín y el venezolano Simón Bolívar. - El último bastión del imperio español fue Perú, donde la guerra quedó decidida en 1.824, aunque la guarnición española de Callao resistió hasta 1.826. - Brasil se separó de Portugal en 1.822 - Algunos de los nuevos estados se fragmentaron luego a su vez, como ocurrió en la Gran Colombia (1.830) y en las Provincias Unidas de Centroamérica (1.839) - Uruguay, que había sido ocupado por los brasileños en 1.821, logró su independencia en 1.828

LA EUROPA NAPOLEONICA

LA CONVENCIÓN: El proceso revolucionario francés sigue una evolución radicalizante entre los años 1.789 y 1.794, que puede esquematizarse en tres fases:
- Levantamiento general de 1.789 - Primer terror (1.792) - Segundo terror (1.793 – 1.794) La división de los republicanos: La Asamblea Legislativa intenta canalizar la insurrección de 1.792, que había sido motivada en buena medida por las amenazas de Prusia y Austria y que la había enfrentado con el Rey. Suspende los poderes de Luis XVI y convoca elecciones para una Convención que decida sobre el Régimen de gobierno que ha de orientar en adelante la vida de Francia. Elegida la Cámara en cuestión: - Queda compuesta por una mayoría republicana de extracción social acomodada - Con un sector minoritario de nobles y clérigos. - Se reúne el 21 de Septiembre de 1.792 y el propio día proclama la República Los integrantes de la Convención se dividen en torno a las orientaciones que pretenden dar a la recién nacida República y en efecto en la asamblea los republicanos tienden a distribuirse en tres sectores: - Los Girondinos: denominados por su origen geográfico, los girondinos son partidarios de la libertad de comercio e industria, Volterianos y federalistas, estando compuesto predominantemente este sector por la alta burguesía de negocios. - La Montaña: denominados por su emplazamiento en la sala de reuniones, los montañeses son dirigistas, Rousseaunianos y centralistas, estando compuesto este sector por representantes del pequeño comercio y el artesanado. - La Plaine: denominados por su emplazamiento en la sala de reuniones, con una postura centrista en relación con los otros dos sectores, compuesto por individuos de situación económica desahogada. Los girondinos y los montañeses se enfrentan por sus criterios de política económica, de ideología y de estructuración del Estado. Aún así hay que tener en cuenta que no se trata de partidos o fracciones que respondan a elementos sociales de grupos homogéneos, sino de grupos de individuos afines. Dominan la Convención los girondinos, cuyo empeño va dirigido más bien a la solución de la guerra que a la represión. Destaca la condena y ejecución de Luis XVI el 21 de Enero de 1.973, acusado de implicaciones contrarrevolucionarias con los enemigos de Francia. La primera coalición y el terror: la política anexionista de Francia que vimos provocó el enfrentamiento de Austria y Prusia en 1.792, y prosigue en 1.793 con la ocupación de Bélgica y las Provincias Unidas, Renania occidental, Saboya y Niza, con la particularidad de que ahora a parte del principio de autodeterminación (soberanía nacional) se esgrime también el de las fronteras naturales, justificadas en la facilidad de la defensa (territorios a la izquierda del Rhin) Pero la ejecución de Luis XVI y esta orientación generalizan el enfrentamiento entre Enero y Febrero de 1.793, constituyéndose la Primera Coalición con Austria, Prusia, Cerdeña, el Reino Unido y España, con la posterior adhesión de otras potencias europeas. Este hecho suscita una nueva oleada de pánico en Francia que como en Agosto de 1.792 motiva a su vez otra oleada revolucionaria protagonizada también por los Sans – Culottes, que actúan impulsados por el miedo y el hambre y alentados por elementos jacobinos con un programa confuso y sugestivo: soberanía popular como único presupuesto político, reparto de la propiedad y articulación de un sistema de previsión social. Pero la creación de la Alianza contribuye a suscitar asimismo un movimiento inverso: el de los levantamiento realistas del campesinado del Oeste (La Vendee sobre todo, motivo por el cual se convertiría más tarde en el símbolo de la defensa de la tradición católico – monárquica francesa frente a la Revolución). La situación constituye la circunstancia óptima para la radicalización anunciada. Si el levantamiento de 1.792 había sido canalizado por la Asamblea Legislativa con la suspensión del Rey, el levantamiento de 1.793 lo será con un nuevo cambio de régimen en el mismo sentido: - El 2 de Junio de 1.793, los montañeses dan un golpe de estado, materializado con el arresto de 29 diputados girondinos y crean un Gobierno revolucionario. Aunque luego conseguirán la aprobación de otra Constitución (la de 1.793) plenamente democrática: sufragio universal, reconocimiento del derecho al trabajo y al sistema de previsión. Consigue también que el 4 de Diciembre la Convencilice la existencia de ese nuevo Gobierno, con poderes extraordinarios, se trata del Cómite de Salud Pública, que funciona como tal Ministerio y del Cómite de Seguridad General, que se encarga de la policía política. Los miembros de ambos son nombrados por la propia Convención - Su acción, verdadera dictadura revolucionaria, constituye por la naturaleza de sus medidas el Terror, vigente hasta Julio de 1.794 y que puede sintetizarse en cuatro líneas: Persecución de los realistas: 17.000 ejecutados y más de otros tantos muertos en prisión, de 300 a 500 mil arrestados
Reducción de los focos insurrectos de los propios realistas y de los girondinos sublevados tras el golpe de estado
Canalización de la agitación de los Sans – culottes (legislación social, con el restablecimiento de las tasaciones de precios y salarios, esbozo del sistema de previsión y reparto de bienes de realistas entre indigentes)
Encauzamiento de la guerra: 25 de Junio de 1.794, victoria de Fleurus sobre Inglaterra y las Provincias Unidas, que reabre las puertas de Bélgica La reacción termidoriana: son motivos de la decadencia del régimen, que se hace innecesario y suscita numerosas oposiciones, las siguientes: - El avance los ejércitos de Francia - La división de los dirigentes del terror - El malestar de los afectados por las cargas derivadas de la legislación social - La insatisfacción de los propios Sans – culottes El 27 de Julio de 1.794 (9 de termidor del año II, según el cómputo establecido con la proclamación de la República) se produce un nuevo golpe de estado, ahora girondino, que devuelve el poder a éstos, que rechazan la Constitución de 1.793 y aquella legislación social. La Revolución Francesa puede considerarse acabada, según el criterio de un importante sector de historiadores. Al tiempo el enfrentamiento de Austria y Prusia por el segundo por el segundo reparto de Polonia y la habitual desconfianza entre el Reino Unido y España destruyen la Primera Coalición. En 1.795, la Convención firma separadamente las paces con todos los estados implicados en ella salvo Austria, Inglaterra e Italia (a excepción de Toscana), que prosiguen la lucha. Permanece con todo irresuelto el problema constitucional que dio razón de ser a la Convención: la definición del régimen de gobierno. Para ello la Asamblea aprueba una tercera Constitución, la de 1.795, que somete después a referendúm: - Se organiza un sistema moderado, más semejante a la constitución de 1.791 (sin Rey) que a la de 1.793 - El poder ejecutivo de la República recae en un Directorio, integrado por cinco miembros, a su vez elegidos por las asambleas legislativas: El Consejo de los Quinientos y el consejo de Ancianos, constituidos los dos por sufragio restringido. - El 25 de Octubre de 1.795 la Convención de 1.795 la Convención decide disolverse para dar el poder al nuevo Régimen. El significado de este suceso es claro: la evolución radicalizante del periodo 1.789 – 1.794, con predominio del legislativo y democratización progresiva (Asamblea Nacional, Asamblea Legislativa, Convención, Constitución de 1.793, da paso a una fase de regresión de hegemonía del ejecutivo y restricción de la representatividad (reacción termidoriana, Directorio, Consulado, Imperio). EL DIRECTORIO: El régimen directorial se abre camino por el estrecho paso que le deja un consenso reducido por ambos flancos: por el mantenimiento de las reivindicaciones radicales ( las del periodista jacobino Babeuf) y la conspiración realista. Su historia se orienta por lo tanto hacia una creciente intervención del ejército, que es a la larga su propio verdugo. El radicalismo tiene su punto álgido en 1.796, en el descubrimiento de la conspiración de Babeuf o de los iguales, que inspirado por un jurista italiano nacionalizado francés (Buonarrotti), planea la anulación del directorio e instituir un régimen comunista o la mera recuperación del poder por los montañeses. La maquinación es descubierta a tiempo, pero basta para acentuar la moderación del sistema. En las elecciones de 1.797 para la constitución de los Consejos de Ancianos y de los Quinientos, los monárquicos y afines son mayoría sobre los republicanos a ultranza. Ante el problema consiguiente el Directorio recurre al Ejército. En 1.797, con apoyo de tropas enviadas por Napoleón son detenidos los dirigentes realistas y se anulan las actas de 198 diputados. El recurso al ejército revela el peso que todavía tiene la guerra en las preocupaciones del Gobierno. Las campañas de Bonaparte ante Ausstria, el Reino Unido y los Estados Italianos (salvo Toscana), obligan a pedir la paz sucesivamente a Nápoles (1.796), Cerdeña, los Estados Pontificios y Austria (1.797). Así: - En el interior: el éxito convierte a Napoleón en mantenedor del sistema - En el exterior: la lucha queda reducida al enfrentamiento con Inglaterra - En general: se reimpone en su plenitud el afán belicista, que se jalona con una nueva serie de conquistas y creaciones de repúblicas hermanas Napoleón pretende coronar la obra con la invasión de Gran Bretaña, y para ello comienza de acuerdo con el Directorio, por la debilitación de su poderío económico en Oriente. En 1.798 ocupa Malta y penetra en Egipto, donde quedará detenido tras el desastre de Abukir, en el que la flota británica mandada por Nelson destruye a la francesa. La política agresiva del Directorio acentúa por lo demás, entre 1.795 – 1.799, la deformación del mapa europeo. Por imposición de sus armas surge: - La República Bátava: en 1.795, con los Países Bajos - La República Cispadana: en 1.796, con Bolonia y la Emilia - La República Ligur y la Cisalpina: en 1.797, y en Italia - La República Romana: en 1.798, con los Estados Pontificios - La República Helvética: en 1.798, con Suiza - La República Partenopea: en 1.799, con Nápoles - La República de Toscana, en 1.799, Toscana - Y anexiona las Islas Jónicas, Mulhouse y Ginebra La Segunda Coalición: provocada por esta expansión y trabada a fines de diciembre de 1.798: - Formada por el Reino Unido, Austria, Rusia, Turquía, Portugal y el soberano de Nápoles, refugiado en Sicilia. - Llevan la guerra a los estados germanos occidentales y a Italia, que se ve reconquistada así por tropas contrarrevolucionarias en 1.799 Por tercera vez, como en 1.792 y 1.793, aunque con mayor templanza, la amenaza suscita una reacción radical. El 18 de Junio de 1.799, tiene lugar un nuevo golpe de estado que da el poder a los jacobinos, cuyo primer designio va a ser la organización de la defensa, volviendo para ello la represión interior, con la Ley de rehenes y el empréstito obligatorio a las mayores fortunas y se detienen tanto el avance aliado como los conatos de nueva sublevación realista en el interior (en Bretaña y otra vez en La Vendee). Por la consiguiente eliminación del peligro vuelve a inducir también a los moderados a un cambio de orientación, ahora con la pretensión de transformar un régimen que se ha hecho inviable. El 9 de Noviembre, otro golpe de estado, con apoyo del Ejército de Napoleón, lleva a algunos miembros del Consejo de Ancianos a constituir un gobierno provisional (Comisión Consular Ejecutiva) con Sieyes, Ducos y el propio Bonaparte: - Según unos lo hacen con la idea de servirse de este general para arreglar la situación y luego alejarlo (es la tesis tradicional) - Según otros albergan quizá la pretensión de darle conscientemente el poder En todo caso obran con la seguridad de que la opinión francesa seguía siendo monárquica. LA IMPOSICIÓN POLÍTICA DE BONAPARTE: EL CONSULADO El periodo de historia de Francia que corre de 1.799 a 1.815 plantea un tema tópico a los historiadores: ¿Nos hallamos ante una fase revolucionaria o regresiva?: - El problema no ha sido resuelto - Pero si parece claro que el proceso revolucionario lineal se ha detenido en 1.794 (reacción termidoriana) y que se anuncia una nueva marcha de reforzamiento del poder ejecutivo, que llega a su máxima cota en los primeros lustros del XIX - El protagonista de esa evolución es un personaje apenas conocido en la propia Francia en 1.799: Napoleón Bonaparte Napoleón Bonaparte: nacido en Ajaccio (Córcega) en 1.769, hijo de un abogado y formado como militar en las Academias de Brienne y París: - Sus posiciones políticas e ideológicas de origen e incluso los primeros pasos de su encumbramiento no parecen del todo diáfanos. - Participa en principio de la represión de los realistas en los años 90, conforme a las orientaciones de los montañeses. - General de Brigada en 1.793 y de División en 1.795, actúa en la anulación de la conspiración de los Iguales, y en 1.796, recibe el mando del Ejército de Italia. - Es ahí donde cosecha la cadena de éxitos que lo convierte en respaldo posible para el Directorio, con lo que parece que vuelve la espalda a aquella aparente orientación radical del comienzo de la década. - Pero su mismo prestigio y su afán de imponer sus iniciativas al margen del Gobierno, aconsejan al Directorio alejarlo. - El Directorio lo hace por medio de una sugerencia del propio General: la de llevar la guerra contra Inglaterra a Egipto, donde quedará detenido en 1.798. - En 1.799, las condiciones creadas por la Segunda Coalición le animan al regreso y al golpe de estado, con pretensiones que aún se discuten. - Formado el 18 brumario el Gobierno provisional que integran Sieyes, Ducos y Bonaparte, su actuación se encamina en dos direcciones: la institucionalización del nuevo régimen y la pacificación exterior El cambio institucional: preparada por el propio Gobierno provisional una nueva Constitución, es aprobada por referendum en Enero. La Constitución de 1.800: - Se caracteriza por el retorno al fortalecimiento del poder ejecutivo. - El poder lo detenta un Primer Cónsul, asesorado por otros dos - El poder legislativo se encuentra repartido en tres Asambleas (otro signo moderador): Senado, Tribunado y Cuerpo Legislativo, formadas todas por sufragio universal (indirecto), y son los encargados respectivamente de controlar el cumplimiento de la Constitución, discutir los proyectos de Ley y votarlos (es decir, una Ley es aprobada por una Cámara distinta de la que la discute) - La nueva Constitución carece de Declaración de Derechos del Hombre, pese a que habían comenzado a convertirse en parte obligada en los anteriores textos (las constituciones de 1.791, 1.793 y 1.795) La evolución de la política interior francesa de 1.800 en adelante, va a estar señalada por la evolución de este texto constitucional en tres pasos: - En 1.800, tras su promulgación, el Gobierno provisional nombra primer cónsul a Napoleón, que por excepción nombra personalmente a los integrantes de las primeras tres asambleas. - En 1.802, la euforia de las victorias conseguidas frente a los enemigos de Francia anima al propio Bonaparte a sugerir una primera modificación importante: el consulado vitalicio, en beneficio propio, por medio de una reforma de la Constitución aprobada por plebiscito. - En 1.804, de nuevo el optimismo general por los triunfos militares y por el bienestar económico permiten la aprobación de la segunda gran reforma en la Constitución, que convierte el Consulado en Imperio (pesó en ello la conveniencia de acabar con las veleidades de una restauración de los Borbones) La imposición de la dignidad imperial va acompañada de la revisión de todo lo que implica: - Se introduce el carácter hereditario del título imperial. - Comienza a elaborarse un ceremonial, intensamente simbólico y de clara trascendencia política, que es nuevo pero que al tiempo tiene cadencias de Antiguo Régimen: la coronación imperial (que realiza el Papa Pío VII el 2 de Diciembre de 1.804) y la creación de una nobleza imperial (a partir de 1.808), sin derechos señoriales, pero sí con la restauración de las vinculaciones. Junto a la evolución constitucional centrada en el poder ejecutivo, son otros aspectos los que terminan de perfilar el sistema (en un tono de templanza, inmersos o no en la Constitución): - Se establece una limitación fáctica del poder legislativo por medio de la anulación de la representatividad. - El sufragio universal nunca fue practicado, porque los representantes fueron designados por el Senado, que a su vez lo fue siempre por Bonaparte. - Se recortan las actividades parlamentarias con supresión del Tribunado en 1.807 - Prosigue el proceso codificador con neto signo moderado, la obra culminante es el Código Civil de 1.804 - Se normalizan las relaciones con la Iglesia, mediante el Concordato de 1.801, suscrito por Pío VII: termina con el Cisma abierto en 1.790, aunque mantiene la supeditación de la Iglesia mediante la renovación de toda la jerarquía eclesiástica con obispos designados por el primer cónsul e instituidos por la Santa Sede - Voluntariamente el Concordato omite cualquier alusión a los religiosos. Las soluciones que este Tratado aporta serán aplicadas por la Santa Sede a diversos estados europeos muy entrado el siglo XIX (Concordato español de 1.851)
La obra de pacificación: en el ámbito internacional, la etapa de régimen consular reviste un tono eminentemente transitorio, finaliza la guerra contra la Segunda Coalición, pero la reanuda contra Inglaterra e inicia la gestación de la tercera alianza contra Francia. Constituida en 1.798, vimos que la Segunda Coalición expulsa de Italia a las tropas francesas en 1.799. Ahora, una doble gestión, militar y diplomática, conduce sucesivamente al proceso inverso: - Las victorias galas sobre Austria llevan respectivamente a la reconquista del Norte de la Península (con la reconstitución de la República Cisalpina tras la primera batalla) y a la petición de paz por el emperador - La Paz de Luneville (1.800) impone a Austria el reconocimiento de aquella República y la cesión a Francia de Bélgica y la izquierda del Rin, y acarrea al armisticio con Nápoles. - La actividad diplomática consigue que el Reino Unido y Francia suscriban la Paz de Amiens (1.802), amenazada por Napoleón e indefensa por su propia inestabilidad política interior, Inglaterra ha de ceder por ese Tratado todas las colonias ocupadas a Francia, Egipto a Turquía, Malta a la Orden de San Juan de Jerusalén y el resto de las conquistas a los respectivos aliados del Consulado (salvo la Trinidad española y el Ceilán holandés) La paz de 1.802 es efímera, por varios motivos: - El coetáneo empeño del Consulado en una cierta revitalización colonial implica la competencia a Inglaterra, aunque también influye el designio consular de intervenir pacífica pero eficazmente en los asuntos interiores de los países limítrofes (Suiza, Holanda y Alemania), a veces transformándolos (como en la conversión de la República Cisalpina en República Italiana, con Bonaparte como Presidente y en la anexión de Piamonte a Francia, ambos en 1.802) - El incumplimiento mutuo de algunas evacuaciones de territorios acordadas en Amiens pone el punto final - Todo ello, fuerza la evolución belicista del Gobierno Británico de Addington en 1.803, hasta verse obligado a ceder el poder a Pitt en 1.804 - La guerra se reanudará formalmente tras la constitución del Imperio en Francia. EL IMPERIO FRANCÉS: El Imperio constituye la última gran etapa del periodo revolucionario francés (1.789 – 1.815). Problemática interior: Como ya vimos el proceso constitucional iniciado en 1.800 quedó desglosado en dos fases: la democratización del poder legislativ0o primero y el fortalecimiento del poder ejecutivo después. Decíamos también que esa dinámica hace cuestionable la naturaleza realmente revolucionaria de los sucesos posteriores a 1.794, y por tanto de los que protagoniza Napoleón. Nos centramos ahora en la dimensión geográfica del fenómeno francés, en su instante de plenitud, registrado durante el propio Imperio. Problemática exterior: Se centra en particular sobre el tema de las pretensiones de Bonaparte, discutiéndose si obedece a no a un proyecto preconcebido, y en caso afirmativo cuales son sus empeños (aquí se sitúa la cuestión de los supuestos deseos de reconstruir el Imperio Carolingio). En rigor, las acciones concretas del emperador no se ciñen a ninguno de los límites propuestos: ni a lograr las fronteras naturales de Francia, ni a la de defender la autodeterminación de los pueblos, ni tampoco a aquella reconstrucción del Imperio del siglo XIX. En suma, lo único que parece con claridad es un formidable conjunto de movimientos bélicos que de hecho dan a Francia la hegemonía continental en torno a 1.811. Siendo sus fases las siguientes: La fase expansiva (1.804 – 1.811): la formación del imperio francés se realiza dentro de la evolución moderadora de la política interior francesa a partir de 1.794, y más en concreto entre 1.800 y 1.804. Ahora bien, desde el año 1.804 se inicia un proceso diferente que el que conduce a la expansión geográfica del propio Estado, que culmina en los años 1.810 – 1.811, para empezar entonces una etapa final de regresión. Esta fase expansiva coincide sustancialmente con la guerra de Francia contra la Tercera, cuarta y Quinta Coaliciones. Guerra contra la Tercera Coalición (1.805): Vistos los motivos del reanudamiento de la lucha entre Francia y el Reino Unido: la política colonial e intervencionista del Consulado y el incumplimiento mutuo del Tratado de Amiens principalmente. La guerra consiguiente se mezcla con la toma de posición diplomática de las demás grandes potencias europeas: - Francia proyecta el desembarco en Gran Bretaña, buscando a ese fin el apoyo de la flota española (Tratado de París de 04 de Diciembre de 1.805) y en el intento de distraer a la británica, franceses y españoles son derrotados en Trafalgar por Nelson (20 de Octubre de 1.805) - Al tiempo, el Reino Unido desenvuelve su propia táctica: el aislamiento internacional de Francia mediante una nueva Alianza (La Tercera Coalición, creada por sucesivas adhesiones entre abril y octubre de 1.805 por Rusia, Austria, Nápoles y Suecia) La rápida reacción de Napoleón, antes de que las concentraciones de tropas puedan ultimarse, permite una cadena de victorias francesas (Ulm, sobre el ejército austriaco y Austerliz sobre austriacos y rusos). Estos triunfos fuerzan el Tratado de Bratislava (27 de Diciembre de 1.805) entre el Imperio y Austria Por este Tratado cede Austria al Reino de Italia sus territorios del Adriático y a los aliados germanos del emperador francés (Baviera, Baden, Wurtemberg) territorios del propio inperio Germánico. La Confederación del Rhin: es creada por Napoleón en 1.806, y compuesta por esos estados aliados, con el Gran Ducado de Berg y otros doce principados menores. Guerra contra la Cuarta Coalición (1.806 – 1.807): la derrota de Austria, desprovista además la Casa Habsburgo del título imperial por imposición napoleónica entre 1.804 y 1.806 y la creación de la Confederación del Rhin, revalúan la importancia de Prusia para la seguridad de Rusia. En los intentos subsiguientes del zar y de Napoleón para atraérsela, Federico Guillermo IV se inclina por aquél, sea por temor al enfrentamiento con Rusia y Gran Bretaña o bien sea por decisión des espíritu contrarrevolucionario del pueblo prusiano. Pero también es este caso, las victorias francesas sobre Prusia (1.806) y la batalla indecisa de Eylau contra prusianos rusos (1.807) fuerzan a loa aliados continentales a firmar el armisticio en Tilsit. Prusia pierde todos sus terrritorios a la izquierda del Elba (que pasan a convertirse en Reino de Westfalia) y todos los quitados a Polonia desde 1.772 (que troca Napoleón en Ducado de Varsovia). Rusia cede a Francia las Islas Jónicas y Kotor, devuelve a Turquía los principados rumanos de Moldavia y Valaquia y se convierte formalmente en aliada de Bonaparte. La guerra de bloqueos: la derrota de la Cuarta Coalición deja de nuevo frente a frente al Reino Unido y a Francia. Después de Trafalgar, ese enfrentamiento ha sido marginal. Inglaterra consigue entonces eliminar el peligro de la invasión, en tanto que al alentar la formación de la Tercera Alianza antifrancesa, cede a Rusia la protagonización de la guerra contra Napoleón. La única respuesta que el emperador puede dar es el reforzamiento del propio asislamiento que el Reino Unido pretende: pero no sólo a efectos diplomáticos, sino económicos. Desde 1.803, una serie de disposiciones legales prohibe la relación comercial de cualquier otro Estado con Inglaterra, hasta hacerla total (bloqueo continental en 1.806), ningún buque de ninguna nación puede transportar mercancías hacia o desde la isla, ni puede tampoco ningún navío británico calar en puerto europeo. La medida consigue una notable disminución de las exportaciones británicas. Para hacer el bloqueo absoluto, en 1.808 Napoleón se esfuerza en cerrar los últimos accesos al continente: Italia y Portugal. - Para eso realiza la anexión de Toscana al Imperio Francés y de Ancora al Reino de Italia. - Ocupa los Estados Pontificios. - Suscribe el Tratado de Fointeneblau con España e invade la península hispánica Levantamiento nacional y Quinta Coalición (1.808 – 1.810): los años cenitales del Imperio francés son más esperanzadores para Napoleón, porque en ellos parece vencer las mayores resistencias, que derivan de una forma histórica nueva tanto por su amplitud como por su naturaleza y su fondo ideológico: el levantamiento nacional - En mayo de 1.808 los españoles inician un oscuro proceso de formalización de la defensa del territorio. Obedecen a un movimiento popular espontáneo o a una conspiración no documentada. Se llega en todo caso a la sublevación de todo el país, tras una simbólica victoria sobre el Ejército francés en Bailén en 1.808 Los rebeldes se baten en retirada constante, sin otro logro (ciertamente decisivo) que el de obtener la ayuda británica, con el consiguiente desembarco de Wellington en Portugal
Hostigando de continuo a los invasores con las guerrillas, constituyendo una de las formas más relevantes de la estrategia occidental En 1.812, las tropas del emperador dominan la mayor parte de las plazas de la península, salvo Portugal y el islote de Cádiz. - El ejemplo de España y el apoyo de la Quinta Coalición (constituida ahora por Prusia, Austria y el Reino Unido) provocan un segundo levantamiento en los estados germánicos en 1.809, pero la intervención francesa y el desentendimiento de Prusia y Rusia acaban con él. Austria, además ha de pedir la paz y realizar nuevas cesiones territoriales. - Todavía menor es el conato de insurrección de Italia (1809), aplastado sin dificultad El único triunfo de trascendencia general e inmediata de los levantamientos estriba en que fuerzan la diversión de las tropas napoleónicas y que con ello el bloqueo contra Inglaterra se relaja y a la larga fracasa. El apogeo del Imperio (1.810 – 1.811): la plenitud de la hegemonía continental francesa, alcanza su máximo desarrollo geográfico en 1.810 y 1.811, sin fijeza absoluta porque a lo largo de estos dos años algunos territorios cambian de manos: - El Imperio Francés está constituido por las tierras situadas entre el Atlántico, el Rhin, Nápoles, el Mediterráneo y los Pirineos (con la anexión de Arán y la segregación de Cataluña en 1.812) - Los Estados Vasalllos que actúan junto al Imperio y que han surgido a veces de las Repúblicas hermanas constituidas en el periodo preimperial, y que han sido creadas otras por Napoleón. Unos son regidos por miembros de la familia Bonaparte, con una Constitución monárquica muy moderada, constituyendo un primer paso para su anexión total al Imperio, en la mente del emperador: como los reinos de Italia, Holanda y Westfalia, los principados de Lucca y Piombino.
Tan sólo cambian de Rey, Nápoles, con José Bonaparte desde 1806 y España con el propio José Bonaparte desde 1.808. Otros forman confederaciones aliadas de Francia: como la Confederación Helvética y la Confederación del Rhin. En cuanto a los Estados aliados, el sistema se redondea con la alianza formal de Rusia y Dinamarca desde 1.807 y Suecia y Austria desde 1.810 Los movimientos de liberación y el Primer Tratado de París: si en la orientación revolucionaria se señaló la inflexión moderadora de 1.794, en la orientación expansiva de Francia el signo regresivo surge en 1.812: - En el primer semestre del año 1.812 se presencia el apogeo del proceso hegemónico, se firman los Tratados de Paz con Austria y Prusia y fracasa la ofensiva hispano - británica en la península. - Pero la creciente desconfianza de Napoleón respecto a Alejandro I induce a aquél a asestar el golpe de gracia a Rusia. En Junio el ejército imperial con 650.000 soldados comienza a cruzar el Niemen. Sin embargo la lentitud de la marcha, por la destrucción de las mieses por el campesinado, que dificulta el abastecimiento, la retirada de las tropas rusas que no permite resolver la campaña con una batalla temprana y definitiva y el incendio de Moscú (con sus posibilidades de aprovisionamiento) dejan a Bonaparte inerme ante el invierno inmediato. Decidida la retirada el 19 de Octubre, las condiciones climáticas y las escaramuzas con el ejército ruso permiten refugiarse en Lituania sólamente a 100.000 hombres de aquellos 650.000. Los efectos del fracaso de Rusia se aprecian enseguida: en el terreno de la diplomacia, Prusia y Austria pactan la neutralidad con Rusia. Pero la derrota reanima los movimientos de liberación: - En España: la persistente ayuda británica, la eficacia de las guerrillas en la distracción y el desgaste de los efectivos franceses y la disminución de éstos por la necesidad de atender otros frentes esbozan el cambio de signo, en especial desde otoño de 1.812. A lo largo de 1.813, los ejércitos napoleónicos se baten en retirada, que da lugar a las derrotas de Vitoria y San Marcial - En Alemania: la alianza de Prusia y Rusia (febrero de 1.813), la expresa y pública promesa de apoyo por parte de ambos estados y el creciente fervor nacionalistas conducen a una nueva multiplicación de los levantamientos populares desde marzo, que incita a su vez la reincorporación de Austria a la beligerancia contra Napoleón. En junio se suma a ello Inglaterra; y en el enfrentamiento general, Batalla de Leipzig, las tropas galas derrotadas, han de abandonar el antiguo Imperio Germánico. - En el invierno de 1.813 – 1.814: los mismos aliados llevan a la guerra a Francia, ahora también con la adhesión de Holanda. - Soldados austriacos penetran en París en marzo de 1.814 y el día 6 de Abril Napoleón abdica, el mismo día en que el Senado francés toma la decisión de llamar al poder a Luis XVIII La paz impuesta a Napoleón será paradójicamente templada: - Parece influir en ello la preocupación de cada uno de los estados vencedores por formular sus respectivas reivindicaciones. - La habilidad diplomática del Ministro de Asuntos Exteriores de Luis XVIII (Charles Maurice de Talleyrand). - El énfasis del propio monarca en la culpabilidad exclusiva de la Revolución y en la intangibilidad de su patrimonio familiar (el reino de Francia), al fin y al cabo recibido por derecho divino según la filosofía de los propios vencedores de la Revolución. De hecho, los aliados se conforman con reducir el territorio francés a los límites de 1.792, con ligeros retoques, y a anunciar la reunión de un congreso internacional que acuerde el destino de los despojos.

LA REVOLUCION FRANCESA

PROBLEMAS DE INTERPRETACIÓN Los intentos de comprensión del estallido francés de 1.789, se han orientado en dos sentidos divergentes: - Para unos la economía tuvo una proyección mercantilista que se concretó en la lucha de clases y que habría sido el verdadero fondo de la revolución. - Para otros fue más un enfrentamiento de individuos y de grupos que una guerra estricta de clases: nobles contra no nobles, alta contra pequeña nobleza, parisinos contra provincianos, ciudadanos contra campesinos, campesinos contra nobles e intermediarios............. Desde el siglo XIX se comienza a hablar de que la transformación de base no se limita a Francia. Hoy se afirma que se trata de una revolución occidental de carácter total. La difusión de los escritos ilustrados demuestra taxativamente su carácter minoritario en 1.789, aunque también es cierto que ya se va advirtiendo un vago cambio de mentalidad. La afirmación del enfrentamiento burguesía – nobleza como resumen del proceso ha sido desechada desde el momento en que se ha demostrado que de todas las revoluciones la única que triunfó fue la francesa, y que ello se debe justamente a que el campesinado interviene de lleno en la lucha. Y de otra parte recordar que no existe entonces una, sino varias burguesías; y no una sino varias aristocracias, que actúan de manera diversa y aún contraria en la propia revolución. El problema irresuelto estriba en conocer el grado de influencia de esos factores. LA CRISIS DE LOS AÑOS OCHENTA: Dos son en realidad las raíces que dieron con el desencadenamiento del conflicto y claves para entender el estallido: 1. El problema financiero: creado por el constante crecimiento del déficit de la Hacienda Real Francesa durante el siglo XVIII, derivado de: - Las empresas internacionales de Luis XIV y sus sucesores - De los gatos de la Corte Versallesca - De los intereses que devenga el propio volumen de la Deuda Pública La situación es no sólo caótica, sino paradójica pues el sistema fiscal exime a los estados privilegiados (nobleza y clero) Durante la segunda mitad de siglo, los ministros de la corona se esfuerzan en arbitrar maneras de enjugar el déficit:

- En 1.749, bajo Luis XV, el Director General de Hacienda promueve la creación de un impuesto sobre la renta y algunas medidas de desamortización eclesiástica, pero la oposición de nobleza y clero consigue la derogación. - En 1.774, Luis XVI comienza su reinado con el nombramiento de un equipo netamente reformista en el campo fiscal y financiero. El Director General de Hacienda reorganiza los monopolios, restringe los gastos de la corte y perfecciona los medios de control de las finanzas. Pero la consiguiente oposición de los privilegiados vuelve a obtener su destitución en 1.776. Es sustituido por otro, que ha de refugiarse en prácticas dilatorias (hipotecas) y es a su vez destituido en 1.781, cuando la intervención francesa en la guerra de independencia norteamericana provoca un nuevo aumento de la Deuda Pública, al que ya no puede hacer frente. - En 1.787, el Inspector General de Finanzas obtiene del monarca la convocatoria de una Asamblea de Notables (representantes de nobleza y clero) para proponerles la necesaria reforma fiscal, modificando los impuestos existentes y creando una subvención territorial. La negativa de los notables provoca su dimisión, pero la renovada insistencia de su sustituto consigue que la asamblea dictamine la necesidad de convocar los “Estados Generales” como único organismo con capacidad legal para modificar el régimen de gravámenes. Se esboza de este modo el problema de Derecho Político habitual en ésta dinámica: FRANCIA ENTRA EN LA PRERREVOLUCIÓN. Por esos años, el problema financiero se ha agravado en términos perentorios. 2. Las crisis de subsistencias: si el problema ya comentado anuncia lo que puede dar pie al conflicto, el malestar coetáneo de los sectores menos desarrollados económicamente constituye no la causa del estallido, sino su ámbito de resonancia. Las razones de tal malestar pueden ser diversas, pero las más conocidas son la sucesión de crisis de subsistencias que caracteriza el último tercio de la centuria. Sobre el sistema económico de hegemonía agrícola (ajustada la relación demografía y disponibilidad de alimentos) son las malas cosechas las que provocan momentos de escasez insostenible. En la gravedad del problema durante las décadas finales del siglo XVIII influyen al menos dos factores: - La presión demográfica - Las irregularidades climáticas Los años 1.765 – 1.775 son en Francia periodo de veranos fríos y húmedos que dificultan la maduración de los cereales y suscitan situaciones extremas de grandes crisis: la del 70 y la del 74. En las siguientes décadas continúan las irregularidades climáticas y se desatan más crisis como la del 83 – 84 y la del 88 – 89. El hambre de la población rural la arroja a la ciudad, donde se acentúa el problema de paro, de mano de obra industrial, motivado por la crisis del propio sector secundario. El aumento del bandolerismo es un reflejo de la misma inquietud que se exterioriza al socaire de la Revolución.

LA PRERREVOLUCIÓN (1.787 – 1.789): Visto el problema financiero de base y los fracasos en la búsqueda de una solución, son estos fracasos los que van a conducir a la formulación de la cuestión iuspolítica, que constituye la piedra de toque del estallido, sintetizado en tres pasos: - En 1.787, la Asamblea de Notables convocada para aprobar la reforma del sistema fiscal declara la necesidad de reunir para ello a los Estados Generales (único en tal competencia). Consciente del peligro que tal reunión implicaría para el ejercicio del poder absoluto, Luis XVI se limita a disolver la asamblea. - Todavía en 1.787, el inspector general de finanzas intenta que la “subvención territorial” que se quiere imponer a los estamentos privilegiados sea aprobada por los Parlamentos (órganos representativos de regiones francesas, con atribuciones complejas: sobre todo judiciales, pero también legislativas); pero el Parlamento de París, que funciona como instancia suprema, rechaza la proposición e insiste en la necesidad de convocar a los Estados Generales - A lo largo de 1.787 y 1.788, Luis XVI pretende evitar el problema por medios que basculan entre violencia y evasión. Destierra el Parlamento de París, retira el proyecto de subvención y pide a cambio un empréstito al propio parlamento. Ante la negativa impone violentamente la aprobación de ese empréstito (préstamos o títulos de deuda pública). En Mayo de 1.788 reforma el sistema judicial al despojar de sus principales atribuciones a los mismos parlamentos. La reforma fiscal no ha sido rechazada en sí misma, sino el procedimiento legal. Se defiende en último término el régimen antiguo (las atribuciones de los cuerpos ya constituidos: Estados Generales, Parlamentos......) frente a una imposición unilateral que sólo puede justificarse en la autoridad absoluta del Rey. EL PROBLEMA CONSTITUCIONES (atribuciones de los Estados Generales y de los Parlamentos) Y SU DEFENSA POR LOS NOTABLES (subversión de los privilegiados) SE TROCA EN REVISION GENERAL DEL SISTEMA POLÍTICO EN TRES ETAPAS: 1ª etapa: en la agitación generada en algunas ciudades contra las reformas de Mayo de 1.788, las fuerzas vivas de Grenoble organizan una “Asamblea de los tres estados del Delfinado”, que sin autorización del Rey convoca a su vez reunión de los Estados Provinciales (no reunidos nunca desde 1.628) Realizan a su escala, lo que Luis XVI se negaba a aceptar a escala nacional, pero esta convocatoria presenta una novedad muy importante “el número de representantes del estado llano iba a ser igual que el total de los otros dos estados (nobleza y clero)” y se sugiere que los futuros Estados Generales sean formados por el monarca de la misma manera. 2ª etapa: la reivindicación es recogida en los mismos días en las manifestaciones de los llamados “patriotas”: políticos ilustrados de origen diverso (nobles, magistrados, filósofos, periodistas, abogados....) No sólo preconizan la duplicación del número de representantes, sino que el voto sea per cápita, y no por estado, a fin de que aquella duplicación tenga efectos reales y piden además la elaboración de una Constitución escrita. 3ª etapa: la crisis de la tesorería de agosto de 1.788 obliga finalmente a Luis XVI a convocar los esperados Estados Generales para el 1 de mayo de 1.789. Otorga doble cifra de representantes al tercer estamento, pero deja a la propia asamblea la decisión del valor del voto (por cabeza o por órdenes). Reunida ésta, el desacuerdo sobre tal cuestión lleva a los representantes del estado llano a declararse en Asamblea Nacional el 17 de Junio, pues dicen representar al 98 % de los habitantes de Francia. Por la misma razón juran seguir reunidos hasta conseguir que el Rey promulgue una Constitución que garantice sus derechos, es el “Juramento del Juego de la Pelota”, denominado así por el sitio donde tiene lugar el 20 de junio de 1.789 Se trata hasta aquí de una revolución política de corte clásico, pero también decíamos que lo que da resonancia al acontecimiento francés es el respaldo popular. La concentración de tropas por Luis XVI en los alrededores de parís ante estos sucesos y el lógico temor a la reacción del monarca provocan el levantamiento general de la 2ª quincena de junio de 1.789: “La Grande Peur”, que se expresa en: - Una revolución municipal: con la ocupación de la Bastilla el 14 de julio y la asunción de la autoridad municipal por “patriotas” - Una revolución campesina: con asaltos a mansiones nobiliarias para destruir documentos que justifican los derechos señoriales

LA OBRA DE LA ASAMBLEA NACIONAL Y DE LA ASAMBLEA LEGISLATIVA: La acción legal del nuevo régimen larvado en 1.789 procede de dos instituciones básicas: - Asamblea Nacional: cuya vida se prolonga desde el 17.06.89 hasta el 30.09.91, sus miembros fueron llamados “constituyentes” por la decisión adoptada en el Juego de la Pelota. - Asamblea Legislativa: que cede el poder a una Convención reunida el 21 de Septiembre de 1.792 El punto legal de partida en la articulación del nuevo sistema estriba en los decretos del 4 de Agosto de 1.789 que logran encauzar y apaciguar “La Grande Peur”, pues con el consentimiento de parte de los representantes de clero y nobleza: - Logran abolir íntegramente el sistema señorial y los últimos residuos del verdadero feudalismo - Suprimen los diezmos y declaran la igualdad ante los impuestos REFORMAS DEL SISTEMA POLÍTICO: la reforma del sistema del poder se hace realidad sobre todo en tres leyes fundamentales, que presencian otros tantos momentos relevantes en la evolución de la política francesa: Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1.789: se trata de comenzar por donde lo habían hecho las Trece Colonias e inspirados en las declaraciones de aquéllas. La Declaración Francesa se caracteriza por: - Su pretensión de validez universal - El énfasis especial en la libertad - La defensa de la igualdad - La defensa de la propiedad individual - La defensa de la soberanía de la nación La negativa de Luis XVI a sancionarla provoca una nueva manifestación en parís (5 de Octubre) que conduce a la familia real desde Versalles a la capital (al Palacio de las Tullerías), donde queda virtualmente presa. Constitución civil del Clero de 1.790: la necesidad de resolver la situación financiera conduce a aceptar la reivindicación ilustrada de nacionalizar y vender a ese fin los bienes del clero. Pero eso plantea un problema social (la indigencia en que quedan los propios clérigos) que soluciona a su vez otro asunto de tono ilustrado: hacer depender del Estado a la Iglesia, so sólo económicamente sino jurídicamente, conforme a los viejos afanes anglicanos. La Asamblea Nacional elabora y aprueba para ello una Constitución peculiar: - Compromete al poder civil en el sustento del clero, reduce el estado religioso al negar valor jurídico a los votos solemnes y suprime todas las casas de órdenes religiosas contemplativas. - Introduce el criterio de racionalizar la Administración en el campo eclesiástico, con la reorganización de las circunscripciones episcopales, ajustando sus límites a las demarcaciones civiles - Introduce la soberanía nacional en la jerarquía, imponiendo la electividad de los obispos, vicarios y párrocos. - Supedita la Iglesia al Estado para el futuro por medio de la obligación del clero a jurar esta constitución y la prohibición a los obispo s de demandar al Pontífice la confirmación de sus nombramientos, que serían de origen civil en adelante. Sancionada la Ley por el Rey en 1.790 y condenada por Pío VI en 1.791, el consiguiente cisma (división entre refractarios y transigentes con el juramento de aquella norma) motiva el arrepentimiento de Luis XVI, que intenta huir de París sin éxito. La Constitución de 1.791: la institucionalización del nuevo régimen es coronada por la necesaria Constitución General, primera de las aprobadas en Francia, no obstante, va a ser una constitución notoriamente moderada y efímera: - Otorga el poder ejecutivo al Rey, a quien sin embargo reconoce el derecho a vetar las leyes (sólo podrán ser tales, si vetadas dos años, otras dos asambleas consecutivas insisten en su promulgación) - El poder legislativo reside precisamente en la Asamblea Legislativa, formada por Sufragio Censitario (permite participar a 4,3 de los veinte millones que habitan el país en la elección). Aprobada la Constitución, la Asamblea Nacional se disuelve el 30 de Septiembre de 1.791, para dar el poder a la nueva Cámara.

REFORMAS DE DERECHO INTERNACIONAL: los debates de la Asamblea Nacional acerca de dos aspectos concretos de la situación internacional de Francia exteriorizan dos criterios: - La imposición de las fronteras naturales - El respeto a la soberanía nacional Estos dos criterios derivan de principios ilustrados como son “la racionalización y la libertad”. Aunque no sea siempre respetada, lo que hoy denominamos autodeterminación de los pueblos fue no obstante la norma más aplicada en principio, con anexiones de condados y ciudades. Precisamente tales anexiones van a mover contra el nuevo régimen a las grandes potencias del resto de Europa.

REFORMAS ADMINISTRATIVAS: dentro de la muy amplia gama de transformaciones de éste género, destacan en particular tres hechos: 1º. Se sustituyen las demarcaciones territoriales del Antiguo Régimen por circunscripciones de justificación racionalista: - Departamentos divididos en distritos - Distritos divididos en cantones - Cantones divididos en municipios - Los departamentos eran de un radio no superior a una jornada de camino desde la respectiva capital y con autoridades designadas por sufragio 2º. Se racionaliza el poder judicial: tanto el procedimiento (tribunales cantonales, de distrito, departamentales y de casación en el orden civil y jurados de jurisdicción criminal) como el ordenamineto a plicar (elaboración de codificaciones de las que la Asamblea sólo aprobó el Código Penal) 3º. Se organiza el ejército: con la legalización de las milicias nacionales revolucionarias creadas de 1.789 (cuando tuvo lugar la formación de la Guardia Nacional) en detrimento del propio ejército regular, que se ve minado por la insubordinación de la tropa y el talante político conservador de la vieja oficialidad. REFORMAS SOCIALES: la labor social de las dos Asambleas está presidida por el principio de la ilustración desde la Declaración de Derechos del Hombre y los Decretos del 4 de Agosto de 1.789: - Se abolen las diferencias jurídicas estamentales - Se abolen las diferencias jurídicas de minorías profesionales (actores de teatro), geográficas (extranjeros) y étnicas (aunque los judíos no obtendrán la igualdad de derechos hasta 1.791) - Se impone la igualdad ante el empleo No obstante, se mantienen algunas peculiaridades legales: la esclavitud y la desigualdad de derechos entre blancos y negros libre (por imposición de los representantes de las Antillas Francesas), la exigencia del pago del rescate de los derechos reales abolidos con el sistema señorial y los restos del feudalismo.

REFORMAS ECONÓMICAS: en lo económico, la obra legislativa se encamina a la liberación de la propiedad, de la producción y del comercio: - Liberación de la propiedad: se dá con la abolición de toda vinculación, completado con la nacionalización de los bienes de la Iglesia - Liberación de la producción: liberalizan la producción agraria (con la libertad de cerrar y roturar los propios terrenos), liberalizan la producción industrial ( con la supresión de corporaciones de oficio, prohibiendo todo género de asociación y huelga obrera) - Liberación del comercio: desaparecen las trabas que entorpecen el comercio interior mediante: la abolición de toda barrera geográfica o local, tasaciones de precios y unificación de medidas y pesos. (lo que no se ve afectado por este criterio es el comercio exterior, pues la asamblea mantiene el proteccionismo del Antiguo Régimen: las colonias sólo han de comerciar con la metrópoli o a través de los puestos de ésta) EL PRIMER COLAPSO DEL NUEVO RÉGIMEN: 1.792: Las anexiones llevadas a cabo por decisión de la Asamblea Nacional y Legislativa entre 1.790 y 1.792 movilizan a las potencias afectadas (primero Austria y Prusia) contra Francia, consiguiendo con ello la unión de dos viejos rivales frente al común enemigo. Ante las amenazas austriacas, la Asamblea toma la iniciativa declarando la guerra (Abril de 1.792). Pero los triunfos aliados del comienzo, que llegan a amenazar París y la suposición de connivencia entre el Rey y aquellas monarquías del este, incidiendo sobre una nueva crisis de subsistencias, motivan un segundo levantamiento revolucionario (Agosto) movido en buena parte por el temor. Lo realiza un conjunto socialmente homogéneo: Los Sans – Culottes (protagonistas de la protesta surgidos de medios muy diversos: jornaleros agrícolas, obreros industriales, pequeños artesanos, pequeños tenderos....) Invaden el Palacio de las Tullerías forzando así a que Luis XVI se refugie en la Asamblea Legislativa. Y la Asamblea intenta canalizar de nuevo el levantamiento (como en 1798) mediante la suspensión y encarcelamiento del monarca y el anuncio de la convocatoria de elecciones para reunir una Convención que dé a Francia un régimen nuevo. Estabilizada la situación militar y consecuentemente el orden interior tras la victoria francesa de Valmy frente a Prusia (20 de septiembre de 1.792) la Asamblea Legislativa cede en efecto el poder a la Convención.

LA DIFUSIÓN DEL EJEMPLO REVOLUCIONARIO FRANCÉS: Los sucesos de Francia de 1.789 prenden muy pronto en el resto del continente, por diversos medios que se creen que son: - La propaganda escrita - Las migraciones políticas Parece haber sido importante, el impacto de la primera oleada de exiliados franceses, salidos entre 1.789 y 1.791, aunque la investigación de Vidalenc tiende a disminuir su número y su eficacia en la promoción de la guerra contra Francia. A la inversa Palmer insiste en la función de los emigrados prerrevolucionarios de Ginebra y de los posrevolucionarios del mismo Estado (tras los sucesos de 1.782), de Nauchatel y Friburgo (desde 1.789), de los Países Bajos (de los que había más de 5.000 en París en el mismo año) y de Bélgica (desde 1.790). Unos y otros habrían contribuido a la definición del pensamiento político respectivo (contrarrevolucionario y posrevolucionario) y sobre todo a la beligerancia de los Gobiernos que los acogieron contra las Autoridades (del signo contrario correspondiente) de su país de procedencia. En todo caso, el fenómeno francés va a tener una doble virtualidad: favorable o discorde. En conjunto, el panorama europeo de los años 1.789 – 1.799 permite distinguir en este sentido cuatro modos de comportamiento: - El de los países de tradición conflictiva, donde el ejemplo galo provoca el reavivamiento de ese rescoldo (Ginebra, Bélgica, Lieja, Renania, Reino Unido) - El de los países que ahora se incorporan a ese proceso, unos para sumirse a él, normalmente por imposición de las armas francesas (España, Italia), otros para ser recuperados por la contrarevolución (Imperio Germánico –salvo Prusia- y Polonia) - El de los estados que logran defender contra unos y otros la orientación reformista que los caracterizaba en el periodo anterior (Suecia, Dinamarca, la misma Prusia) - La hermetización de Rusia y los Balcanes Los antiguos focos revolucionarios: se trata con frecuencia de sucesos mal conocidos que, de otra parte, no parecen haber tenido una importancia relevante. Se han visto oscurecidos y con frecuencia materialmente sumidos bajo la revolución que había comenzado en Francia:

- En Ginebra: las noticias de París contribuyen al reanudamiento de las agitaciones durante el mismo año 1.789. En 1.792 activistas revolucionarios se hacen con el poder y conceden el estatuto de burgueses a nativos y habitantes. A la larga, en 1.798, Ginebra será incorporada a Francia, aunque contra los deseos del pequeño Estado. - En Bélgica y Lieja: lo que se da es una mera continuación de os disturbios iniciados en 1.788, que aquí conducen no obstante a la anexión voluntaria al país vecino (ciertamente bajo presión de comisionados franceses). Así lo pide la Convención belga en 1.793 y lo acepta la francesa en 1.795 - En Renania: continúan también y se agravan los disturbios iniciados en 1.774, endurecidos en 1.789 por la mayor influencia gala, las noticias llegadas de París y de Bélgica y la coetánea crisis económica que vuelve a servir de caja de resonancia. Ocupada por las tropas revolucionarias en 1.792, sufrirá sucesivas conquistas y reconquistas hasta el fin del periodo napoleónico. - En el Reino Unido: es el que presenta los acontecimientos de mayor entidad, de nuevo como en los años 1.763 – 1.783 en Gran Bretaña e Irlanda. En Gran Bretaña: la opinión política se divide ante los sucesos de Francia. Junto la veta contrarrevolucionaria dominante (que tiene su mejor expresión en la obra de Burke, parece haberse constituido un numeroso grupo jacobino. Se reclutaban principalmente entre los cultos disidentes de la iglesia anglicana, que pretenden así obtener la libertad religiosa. Pero la agitación se concreta tan sólo en la reivindicación de aquel incumplido programa del Movimiento de Reforma del Parlamento de 1.780. No cuaja por la falta de adhesión del campesinado y por la ausencia de reivindicaciones políticas de la burguesía de negocios, representada ya en el parlamento de Londres y además afectada en sus intereses por la ocupación francesa de Bélgica. El malestar rebrota en 1.795, en la que se mezclan las demandas democráticas con una crisis de subsistencias y una crisis del comercio afectado también por las guerras contra Francia, que sensibilizan a la población para la protesta. A las revueltas consiguientes (Londres, Birminghan y Dundee) sofocadas sin dificultad, sigue el motín de las escuadras del Canal de la Mancha y del Mar del Norte en 1.797, sin eco apenas. En Irlanda: la agitación mantenida desde 1.784 lleva a la concesión del derecho de voto para los católicos en 1.793, por el Parlamento de Londres. Pero la opinión ya no se conforma. Por el contrario, la demanda de plena igualdad de derechos llega a romper la insurrección general campesina de 1.7988. Reprimida por las tropas británicas, que causan 30.000 muertos, Londres reacciona con la promulgación de la Unión Act en 1.800, aprobada por el mismo Parlamento de Dublín mediante la compra de votos. Por ella desaparece la propia Cámara Irlandesa, de modo que sus representantes se incorporan a la de los Comunes de Londres, y los católicos son despojados de los pocos derechos que habían obtenido. Y aunque diste de estar resuelto el problema desaparece del periodo 1.789 – 1.815 La Revolución: hay algunos países que antes de sufrir las consecuencias de las guerras revolucionarias de forma directa, se incorporan ex novo a la subversión: España, Italia, Suiza, Polonia y el Imperio Germánico, aunque en grado muy diferente: - España: la incorporación de España al grupo de países que presencian la adopción de posturas revolucionarias es cuestionable sin duda, por la lenidad de sus realizaciones. No obstante las medidas de censura y control fronterizo adoptadas desde 1.789 y que en 1.795 y en torno a la creciente opinión contra Godoy, se exterioriza la que ha sido considerada hasta ahora la primera conspiración revolucionaria española: La conspiración de San Blas: preparada para este día por el pedagogo mallorquín Juan Picornell, al parecer republicano, que fue delatado y preso antes de realizarla. - Italia: también los estados italianos participan intensamente del llamado despotismo ilustrado y también sufren el giro contrarrevolucionario de 1.789. Pero desde esa misma fecha el espíritu llamado entonces jacobino se difunde con mayor rapidez por la península entre gentes heterogéneas (nobleza, clero y estado llano) organizan sociedades secretas con una ideología ilustrada típica y algunos rasgos peculiares, como el énfasis en la necesidad de una reforma agraria y reivindicación de la unidad italiana. - Suiza: en 1.790, los campesinos del cantón de Schaffhouse, de Valais y del obispado de Basilea protagonizan movimientos de protesta en pro de la abolición del régimen señorial. Los dos primeros son reprimidos por las autoridades en 1.791, en tanto el tercero culmina con la ocupación del obispado por las tropas francesas, bajo cuyo mandato se convierte en República de Rauraciana, hermana de la francesa. En Zurich el malestar se manifiesta en la mera redacción de un memorial suscrito por intelectuales y artesanos a favor de un régimen político de libertas e igualdad y de la abolición también de derechos señoriales. Pero carece de trascendencia inmediata. - Polonia (la destrucción del estado polaco): es Polonia el país en el que se vive una situación más angustiosa. Los rasgos básicos de su organización política eran la monarquía electiva y el total dominio de la nobleza y su marco internacional eran las apetencias de los monarcas de Rusia, Prusia y Austria. En 1.790, Polonia consigue romper el cerco al lograr la firma de un Tratado Militar suscrito por Estanislao Poniatowski y Federico Guillermo II de Prusia. Prusia lo acepta para frenar la marcha de Austria y Rusia sobre Turquía, pero los reformistas polacos lo aceptan para un conato de transformación legal del régimen, con a conformidad del monarca. La Dieta aprueba para ello la constitución de 1.791, que suprime el Liberum Veto, hace la monarquía hereditaria y concede una mayor aunque pequeña representación al estado llano. Prusia abandona, sin embargo la causa polaca, bien porque malinterpreta estas medidas como eco de la revolución de Francia o bien por mero oportunismo y por ambición del territorio polaco. En 1.792, Rusia invade el país por el Este y Prusia misma por el Norte. A comienzos de 1.793, realizan el segundo reparto de Polonia, que todavía deja libre no obstante el núcleo central y meridional. En 1.794, es ya un levantamiento general revolucionario, no una reforma legal lo que allí intenta abrirse paso, movido al parecer por razones ideológicas (la reivindicación de la Constitución de 1.791) más que sociales o económicas. Ahora intervienen Rusia y Austria, que para resarcirse de la pérdida de Bélgica por su anexión a Francia, promueven el tercer reparto de Polonia. Acordado en 1.795, el estado polaco desaparece como tal, dividido su territorio en tres potencias del Este. Todavía en 1.797 se dará un nuevo y fracasado intento de sublevar al campesinado. - El Imperio Germánico: el impacto de los acontecimientos franceses se manifiesta en dos vertientes diversas: Afecta de una parte a los medios intelectuales, con la expresa simpatía mostrada hacia los sucesos por filósofos y escritores de primer orden: Kant, Herder, Schiller, Goethe. Pero apenas destacan sobre la mayoría, abrumadoramente ganada por el pensamiento y la actitud contrarrevolucionaria. Por otra parte los levantamientos campesinos en pro de la abolición del sistema feudal o señorial se suceden en 1.789, en 1.790, pero sobre todo en 1.796 y 1.801 (Baviera, Wurtemberg, Baden y diversas ciudades libres), ahora con implicaciones urbanas y rurales. El comportamiento de las tropas francesas al ocupar a partir de 1.796, algunas de esas zonas contribuye no obstante a conseguir el giro contrarrevolucionario que en seguida caracteriza también al campesinado germano. Por otra parte el fracaso de estas sublevaciones no impide que los emperadores austriacos realicen asimismo un giro de esa naturaleza, a partir de Leopoldo II (llegado al poder en 1.790) y en especial de su sucesor Francisco II (llegado en 1.792) Reforma contrarrevolucionaria en el este: hay por último dos grupos de países (situados de norte a sur en el Este del continente) que apenas se muestran permeables a la revolución y que basculan entre el mantenimiento del impulso reformista y la hermetización: - Prusia y Escandinavia: se mantiene en la primera actitud (continuación del reformismo ilustrado) buena parte de los estados germánicos, incluida Prusia y Escandinavia. La postura de Prusia se manifiesta en diversas innovaciones (el Código General de 1.791 ante todo) y en su misma política internacional de neutralidad; aunque al cabo no resulte posible. En Suecia, Gustavo III intenta limitar el poder nobiliario, particularmente fuerte allí, con el apoyo del estado llano. El intento se concreta en la promulgación del Acta de Unión y Seguridad de 1.789, que establece la igualdad de derechos, aunque cuesta la vida al propio monarca, asesinado por una intriga aristocrática. Dinamarca sigue una línea paralela, sin estridencia, también con una empeñada neutralidad en el exterior, que permite la progresiva extensión de la propiedad al campesinado y ciertas concesiones igualitarias en la organización política - Turquía y Rusia: Los Balcanes (turcos entonces) y Rusia pueden decirse al margen del ímpetu revolucionario, pero también al margen del fervor reformista. Por lo demás la política expansiva de Catalina II y de su hijo Pablo I (que la sucede en 1.796) continua inalterable, fuera de introducir una justificación contrarrevolucionaria que les lleva a apoyar a quienes se enfrentan a Francia, en parte para sustituir de este reino la hegemonía mediterránea